“La culpa no es de Márquez”
Lorenzo responsabiliza a Dirección de carrera de acciones como la de Jerez y pide que empiece a utilizarse el carnet por puntos para corregir malos hábitos
Existe una versión oficial según la cual a las 13.30 de este jueves todos los pilotos del Mundial de motociclismo fueron citados a una reunión convocada por Dirección de carrera: se hablaría de los pilotos lentos, esos que aguardan en la pista durante los entrenamientos a pillar una rueda que les enseñe la trazada, lo que provoca situaciones peligrosas, y esos también que al ser doblados en carrera, en ocasiones, se convierten en un incordio para aquellos que se juegan la victoria; y también se abordaría cómo proceder en casos de banderas rojas que obliguen a aplazar la carrera o en las llamadas pruebas flag to flag, esas que no se detienen aunque los pilotos deban pasar por el garaje a cambiar de moto, en caso de lluvia repentina, por ejemplo. Y existe otra versión, extraoficial, esa que se construye con los relatos de los implicados, que insiste en que la convocatoria en ningún caso estaba anunciada antes del GP de Jerez, ese en el que un adelantamiento durísimo de un novato en la última curva de la última vuelta provocó un alboroto tal que todavía se habla del tema. Y fue ese el asunto que monopolizó el encuentro.
No tengo nada contra Marc, es un buen chico, es joven y cuando eres joven si ves un hueco, te metes; pero existe un carnet por puntos y no se está utilizando” Jorge Lorenzo
Jorge Lorenzo, campeón del mundo, tomó la palabra en el turno de preguntas. Marc Márquez había entrado en aquella última curva de Jerez con todas sus ganas y pocos metros para maniobrar, tan tarde había trincado los frenos de su Honda, de modo que uno y otro chocaron cuando el mallorquín cerraba su trazada y el catalán trataba de terminar la suya apoyado en la Yamaha de aquel: rodaban a unos 90 km/h y Lorenzo terminó pilotando por la grava: acabó tercero, detrás del debutante, que no recibió una sola advertencia por parte de Dirección de carrera. Aquello fue lo que más molestó al de Yamaha. “Todavía hoy, en frío, pienso que la acción fue demasiado dura. No tengo nada contra Marc, es un buen chico, es joven y cuando eres joven si ves un hueco, te metes; pero existe un carnet por puntos y no se está utilizando”, declaró.
Lorenzo cree que los árbitros del Mundial han perdido una oportunidad preciosa de llamar la atención de un piloto cuya agresividad ya abrió muchos debates en el pasado. Y para ello se ideó ese carnet por puntos: una suerte de hoja de sanciones en la que se van sumando las penalizaciones: cuando uno acumula cuatro puntos negativos sale el último a la siguiente carrera; cuando suma siete, lo hace desde el pasillo de garajes; si llega a 10: tiene una carrera de suspensión. Se estrenó en Jerez, pero no con Márquez, sino con Sucipto, piloto de Moto2 doblado que entorpeció en carrera a Espargaró y sumó un negativo. “Lo de Jerez debería de haberle costado algún punto a Márquez”, opinaba Lorenzo, que insiste en que un corredor solo se corrige con penalizaciones. Él lo hizo y se pone como ejemplo.
Por eso y porque, sobre todo, desde que perdiera parte de un dedo en Australia, el 2011, le preocupa sobremanera la seguridad en la pista, se molesta profundamente y responsabiliza a Dirección de carrera: “En frío nunca me enfadaré con ningún piloto, porque la culpa no es suya, no es de los pilotos, todos queremos ganar y si está permitido todo para lograrlo uno lo intenta”, sentenció. Lorenzo arrastra desde el domingo de Jerez su enfado con los responsables de la seguridad en el Mundial: Mike Webb, director, Javier Alonso, responsable de seguridad de Dorna, y los ex pilotos Franco Uncini y Loris Capirossi, asesor. Cuando quiso pedirles explicaciones tras la prueba solo encontró a Webb, el resto se había marchado del circuito andaluz. Este viernes, aunque pareció sentirse escuchado –“Entendemos a Jorge. Es más, quizá tenga razón, pero hay acciones tan en el límite que es casi imposible determinar si debe o no haber sanción”, reconoció un miembro de Dirección de carrera–, se marchó airado y tras un duro reproche a Capirossi, a quien recriminó no tener autoridad moral suficiente para juzgar acciones como las de Jerez pues el italiano ganó el título de 250cc en 1998 tras sacar de la pista a Tetsuya Harada, su rival por el cetro.
Todavía no sabemos cuál es el límite, hay que determinar dónde está esa zona de riesgo Dani Pedrosa
Y aunque muchos siguen defendiendo que así son las carreras y ese el espectáculo que engancha a los aficionados –“Esto puede pasar, y más en la última vuelta y en Jerez, donde ha habido muchos episodios de este tipo”, dijo Rossi, que ya protagonizó una acción muy similar en el pasado–, los hay como Pedrosa que también piden más claridad para saber hasta dónde se puede llegar. “Todavía no sabemos cuál es el límite, hay que determinar dónde está esa zona de riesgo. Se quiere espectáculo, pero no somos muñecos, no estamos solo para el show”, dijo.
El protagonista involuntario escuchaba y respondía cuando se le inquiría, con una sonrisa pícara: “Esto son carreras de motos, es lo que les gusta a los fans; era la última vuelta y tenía que intentarlo”, repetía, como ya hizo en Jerez. “No me reprocho nada, aunque tampoco hay que hacerlo en cada carrera, porque igual en una de esas algo sale mal”, asumió, sin embargo. Eso sí, las críticas, avisó, no le harán cambiar de estilo ni de actitud sobre el asfalto.
Apretón de manos hubo, por cierto, entre Lorenzo y Márquez ante toda la prensa internacional. Tras las tres negativas del de Yamaha en el circuito, lo había habido ya en el vuelo de vuelta de la ciudad gaditana en el que, casualidades de la vida, terminaron sentados en la misma fila –“Y mira que el avión debía tener 200 o 300 asientos”, bromeaba Lorenzo–, uno en la ventana y otro en el pasillo.
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