Simeone: “Si pierden, será difícil para ellos”

Diego Pablo Simeone lleva tiempo haciendo apartes con sus futbolistas para preparar la final, casi parece más un capitán que un entrenador. Un día reunía a los mediocentros, otro a los centrales, y otro a los delanteros para reafirmarles a qué juega el equipo y cómo deben desempeñarse en la final. El objetivo, remarcar el cómo han llegado los éxitos a través de un estilo definido. Si de algo se siente satisfecho Simeone en las dos finales conquistadas es de que sus futbolistas plasmaran el plan futbolístico diseñado. Las consignas seguidas ante el Athletic en Bucarest y el Chelsea en Mónaco reforzaron su liderazgo ante los futbolistas y revalorizaron sus mensajes: “Si nos desviamos de lo que somos y lo que hacemos, tendremos problemas”. Sin dudas en el guión a seguir —incluso adelantó el once—, enfrente esta noche está el Real Madrid y ni Simeone puede desterrar de la cabeza de sus jugadores los 14 años sin ganarle y las debilidades mostradas este curso ante el eterno rival.

“La gente está cansada de oír lo de los 14 años y esta es una oportunidad única e histórica”, dijo Gabi, que escoltó a Simeone junto a Falcao. No ha encontrado mejor terapia el técnico que desarrollar una motivación regresiva inspirada en técnicas de liderazgo, tal y como aseguró al explicar el por qué de la concentración del equipo en San Rafael. “Soy un poco antiguo y me gusta volver a las raíces y estas fueron la pretemporada, donde empiezan a generarse los sueños. Tenía ganas de que volvieran al lugar donde empezaron a trabajar, a imaginarse lo que ha pasado, que el trabajo trae frutos importantes. Hemos construido una temporada importante ganando la Supercopa, terceros en la Liga compitiendo con Barça y Madrid. Aquel día que empezamos en San Rafael a trabajar quería que volviera a la memoria”.

Muchas veces me reflejo en lo que pasa en la calle. Somos un equipo que trabaja con mucha humildad

En la elaboración de su discurso, Simeone denotó la guerra psicológica de la previa. Sin que nadie le preguntara, deslizó lo que podría suponer una derrota para el Real Madrid: “Uno siempre trata de transmitrir las mejores sensaciones, creo mucho en el jugador, lo motivacional llega hasta un punto, extramotivarlos no es bueno. A partir del juego aparece la rebeldía o el miedo, que existen para los dos lados. Yo me pongo en el lugar del Madrid y si pierde será complicado para ellos”.

Simeone prevé un partido “respetando cada uno sus características”. “Ellos tienen una velocidad de tres cuartos hacia adelante que con espacios se hace difícil de parar. El que logre tener mejor conexión entre el centro del campo y la delantera estará más cerca de la victoria. Nosotros tenemos que hacer un partido rápido, de buena tenencia de pelota y poder explotar los dos delanteros”.

No se refiere Simeone a un control de la pelota en términos de porcentajes de posesión, sino de precisión a la hora de manejarla en la salida y en ataque. “Ellos son mejores, pero a un partido todo es diferente”, recalcó. “Muchas veces me reflejo en lo que pasa en la calle. Somos un equipo que trabaja con mucha humildad y en este mundo donde todo es difícil a nosotros nos cuesta emparentarnos con el Madrid en la final. Ojalá podamos ser un ejemplo para la sociedad con el trabajo, con estar unidos y con nuestras posibilidades hacer un buen partido”.

Hubo en la puesta en escena de Simeone un tono pausado, hasta íntimo, para reforzar sus palabras e incluso para destapar su personalidad. Después del objetivo principal —asegurar la Champions y crecer económicamente para cimentar el futuro—, llega lo más importante para la hinchada, ganar un título. “La gente no va a festejar el tercer puesto, pero estamos en el lugar que queríamos, en la final de Copa, desde que empezamos a disputarla en Jaén”.