Seleccionador, entrenador y emigrante

Manolo Cadenas (León, 1955) aún conserva en su cuarto la postal navideña que recibió de la selección femenina en 2007, en la que se leía una frase, “ilusión para el futuro”, que interiorizó como un mantra para sobrellevar una complicada etapa al frente del Barcelona, que duró dos temporadas. Una máxima que ha expuesto a modo carta de presentación en su bautizo oficial como seleccionador español de balonmano. Al frente de aquel combinado de chicas estaba por primera vez Jorge Dueñas, pupilo de Cadenas en su época de jugador, que continuará al frente de la mejor generación femenina que ha dado el balonmano español. Ambos estarán arropados por la figura de Manolo Laguna como director técnico, y forman la columna vertebral del proyecto deportivo del nuevo presidente de la federación, Francisco Blázquez.

La de este martes era la segunda presentación que vivía Cadenas como nuevo entrenador de un equipo en lo que va de semana. Un día antes, en Varsovia, se oficializaba su puesto de técnico del Wisla Plock, que compatibilizará con el de seleccionador. “Va a ser diferente, para todos será nuevo, pero en Polonia no me han puesto ninguna pega, al contrario, están encantados de contar con el seleccionador español”, ha asegurado Cadenas. Como encantados se muestran también en la federación al no tener que hacerse cargo de toda la ficha del técnico. Combinados potentes, como Croacia, cuentan con entrenadores-seleccionadores y es una práctica que no dio mal resultados en España en otros deportes, como el baloncesto y el caso de Sergio Scariolo.

La crisis económica que azota al deporte español, y que se recrudece en su actual equipo, el Ademar, ha obligado a poner tierra de por medio al técnico, que se marcha de España por primera vez desde que debutase en 1986 con el Naranco. Al igual que hizo Antonio Carlos Ortega el pasado curso, al irse al Veszprem, húngaro; Jordi Ribera, al frente de la selección brasileña o Juan Carlos Pastor, campeón del mundo, que el próximo año dirigirá al Pick Szeged, húngaro.

La crisis económica ha obligado al técnico a poner tierra de por medio

Con su llegada al equipo campeón del mundo el técnico leonés cumple un viejo sueño. Sonó para el cargo en más de una ocasión; “pero uno no elige ser seleccionador, se le selecciona”, bromeó. Recién aterrizado, no aventuró ningún cambio trascendental en el conjunto que hasta ahora ha dirigido Valero Rivera, para quien tuvo palabras de elogio: “Ha alcanzado algo inmejorable, la selección va a ser la que está. Si hay cambios serán siempre con una perspectiva de futuro”.

Desde que se supo que el leonés era el candidato de Blázquez en caso de salir elegido presidente, el nombre de Juanín García, a quien Valero dejó fuera de los Juegos y del Mundial, volvió a estar en boca de todos. Cadenas, que hizo debutar al extremo en la Asobal y le dirigió durante 10 temporadas, tanto en el Ademar como en el Barcelona, fue una de las personas más críticas con la decisión del antiguo seleccionador. Preguntado sobre si le incluiría en su primera lista, Cadenas se limitó a decir que sigue siendo un jugador con recorrido a sus 35 años, al igual que José Javier Hombrados, de 41, recuperado de su lesión de ligamentos.

El balonmano necesita a León y necesita al Ademar

Cadenas ha desarrollado la mayor parte de su carrera en el Ademar, al que seguirá dirigiendo hasta final de temporada. Regresó este curso para sacara adelante un equipo mermado por las condiciones económicas, con el que ha hecho un curso ejemplar, y que ahora agoniza, inmerso en concurso de acreedores, para encontrar alguien que impida su desaparición. De ahí que a pesar de la alegría que para él suponía el nuevo cargo, Cadenas no dejó de dedicar buena parte de su intervención a pedir que se mire por el futuro de un clásico de este deporte: “El balonmano necesita a León y necesita al Ademar”.