Federer en el horizonte

El Masters de Madrid alza el telón. Los tornos giran y una marabunta de personas va apoderándose de la Caja Mágica desde primera hora de la mañana. El calor, el aroma a tierra batida y el traqueteo incesante de las bolas impregnan todo el recinto, que hasta el próximo 12 de mayo albergará a las mejores raquetas del circuito de la ATP y la WTA. Sobre las pistas de entrenamiento todo es quietud, hasta que irrumpe él, siempre impecable, con una badana azul alrededor de las sienes y una equipación que exhibe sus siglas, RF, inconfundibles en el mundo del tenis. “¡Roger, fírmame la pelota, por favor!”, le exclama ipso facto un niño, de apenas unos pocos palmos, pero astuto como el que más para instalarse en la primera línea de la cancha 7 y arrancar una sonrisa a su ídolo. “Después, después”, gesticula el receptor del mensaje.

Es Federer, uno de los grandes mitos de la raqueta, triple campeón del torneo madrileño (2006, 2009 y 2012). El suizo regresa un año más a la capital española y, a juzgar por los golpes que traza durante la sesión de entrenamiento, un drive exquisito por ahí, un revés milimétrico por acá, aterriza a punto para defender la corona que alzó el año pasado en la Caja Mágica, cuando batió en la final al checo Berdych. “Buff… no está mal. Si se encuentra con Rafa en las semifinales puede ser un duelo muy bonito”, desliza el español Pablo Andújar, junto al francés Richard Gasquet, una de las manos inocentes que intervinieron en el sorteo del cuadro masculino, presidido por el director de la cita, Manolo Santanta, y el extenista Alberto Berasategui, responsable de las relaciones con los jugadores y el área estrictamente deportiva.

Tendrá Nadal a priori un estreno plácido: se medirá en segunda ronda al ganador del duelo entre Benoit Paire y un jugador de la previa

Tendrá Nadal a priori un estreno plácido –se medirá en segunda ronda al ganador del duelo entre Benoit Paire y un jugador de la previa–. Sin embargo, el cuadro descubre un camino espinoso para que el número cinco del mundo alcance el último peldaño, la final del día 12. Si la competición sigue su curso natural, se mediría a Nicolás Almagro en octavos, a David Ferrer en cuartos y se toparía con Federer en un hipotético enfrentamiento de semifinales. El suizo, insertado en el mismo lado del cuadro, arrancará frente al vencedor del pulso entre Bernard Tomic y Radek Stepanek. En el lado opuesto, el número uno, Novak Djokovic, y el británico Andy Murray –número tres– son los dos máximos favoritos para luchar por el cetro. El serbio quedará emparejado con Grigor Dimitrov o el madrileño Javier Martín, mientras el escocés, ausente el año pasado por lesion, deberá batirse con Tomaz Bellucci o Florian Meyer.

En cuanto al resto de españoles, Feliciano López se medirá a su compatriota Daniel Gimeno Traver; Marcel Granollers a Viktor Troicki; Tommy Robredo debutará ante Marcos Baghdatis; el madrileño Fernando Verdasco debutará ante el belga David Goffin; y Pablo Andújar tendrá un duro escollo en Marin Cilic. “Me ha tocado él, qué se le va a hacer… todos los rivales son duros”, afirmaba con resignación instantes después de que Federer, en el horizonte, concluyese su ejercicio sin apenas una gota de sudor en la frente pese al desempeño y estampase su autógrafo en la pelota de aquel niño.