Marc Márquez: “Está guapo pegarse con Rossi”
Márquez rememora su duelo con el italiano, que se deshace en elogios con el debutante
Marc Márquez, que no es receloso de su intimidad, ni oculta los secretos, o las palabras dichas al oído, confesó que el gran jefe de Honda, Shuhei Nakamoto, vicepresidente de la fábrica japonesa, pidió un deseo antes de la carrera: “Nos vemos en el podio, me dijo”, contaba risueño el chico del día. “Nakamoto tiene mucha confianza en mí”, añadía. No es de extrañar. Se la ha ganado a golpe de filigranas como la de ayer, bajo los focos del circuito catarí que tiene un ganador cabezota y persistente, como Lorenzo —lleva diez años subiendo al podio de Losail—, pero también, desde ahora, es el escenario de una batalla que se recordará épica y curiosa, precursora de un relevo que se intuye está por venir: la de Rossi y Márquez, mito y aspirante, segundo y tercer clasificados ayer.
El debut de Márquez en MotoGP fue casi perfecto, sorprendente por muy esperado que pareciera. Mala salida, remontada, adelantamientos y un duelo de curva en curva con el maestro del cuerpo a cuerpo, a quién osó plantar cara. “No sé ni cómo ha sido el adelantamiento que le he hecho yo a él, no recuerdo cómo han sido esas vueltas, solo que yo intentaba frenar muy tarde, pero Valentino frenaba más tarde todavía”, contaba el protagonista de la jornada, a quien le caían los elogios por todas partes. En el podio, cajón al que Rossi volvió feliz tras dos años de miserias, consciente de que esta sí era una carrera a la altura de su historia y su palmarés, tuvieron una charla: “Me ha explicado el toque que había tenido con Pedrosa y también que en las últimas vueltas se encontraba muy cómodo. ¡Y ya lo he visto, ya!”, reía el debutante.
“Cuando empiece a encontrarse cómodo será difícil superarle”, apunta el de Yamaha
Había peleado con su ídolo, en su primera carrera en la categoría reina, y alucinaba: “Está guapo, porque nos hemos pegado en la pista, pero fuera hemos estado hablando como si nada”. Rossi, por su parte, tampoco estaba menos impresionado de lo que lo estaba el resto del mundo: “He estado pensando que, visto lo que ha hecho hoy, tendré que intentar batirle tanto como pueda en la primera parte del campeonato, porque cuando empiece a encontrarse cómodo me va a ser muy difícil superarle”.
Había empezado nervioso, inquieto, confesaría Márquez. “Sabía que sería difícil, porque empezaba desde la sexta posición. Y no he podido hacer una buena salida. Luego he intentado dar mi 100%. Hasta que alcancé a Pedrosa. Me pedí calma. Sabía que si seguía como hasta entonces no terminaría la carrera. Y he intentado pasarle al cubrir la mitad de la carrera. Lo he intentado una primera vez y luego a falta de cuatro vueltas he vuelto a probar, he lanzado el ataque como hacía en Moto2. Y en la última vuelta, con Rossi, lo he dado todo. Pero Valentino es Valentino. Estoy muy contento de estar aquí”, concluía, a la izquierda de Lorenzo, campeón de una carrera en la que fueron otros los que, sin ganar, le hicieron sombra.
“Lo he dado todo, pero Valentino es Valentino”, dice Marc sobre su ídolo
El de Yamaha afirmó que no tuvo ni una duda en todo el fin de semana, aunque nunca menospreció a la competencia: “Sabía que tenía que dar lo mejor de mí para intentar escaparme”. Y reconoció haberse sorprendido al ver que, primero Márquez y luego Rossi, remontaban y le seguían la pista. “Pensaba que Pedrosa estaría en el podio, y no ha sido segundo porque la competencia es mucha. Márquez ha hecho un debut casi perfecto, es muy bueno”, advirtió. Y, como siempre, pese a la victoria —y la superioridad, exultante— Lorenzo pide más a su moto: “Ahora iremos a un circuito de características diferentes, donde las Honda van muy bien, que tiene una recta muy larga y curvas de primera donde se necesita mucha aceleración”. Ya piensa en Austin, donde el Mundial viaja en dos semanas por vez primera en busca de otra fascinante carrera, repleta de batallas en cada curva.
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