El lujoso banco de la ‘Champions’
Las características opuestas de los distintos entrenadores animan el anunciado pulso hispano-alemán en los cuartos de final de un torneo que guarda cierto parecido con el de 2000
Aumentan las expectativas ya apuntadas en el sorteo de cuartos sobre un duelo español-alemán en las semifinales de la Champions. Apenas queda rastro del fútbol inglés, representado por Beckham en el París Saint Germain, y la nueva Juve difícilmente redimirá al calcio en su cruce con el revitalizado Bayern después de su derrota por 2-0 en Múnich. La voz cantante del fútbol la llevan la Bundesliga y la Liga española, que aspira a colocar a tres de sus representantes en la disputa del título, como pasó en el 2000, cuando compitieron Valencia, Barça y el Madrid, campeón con Del Bosque en el banquillo después de batir al Valencia y al propio Bayern.
Ahora, Del Bosque es campeón de Europa y del mundo con La Roja, referente precisamente de la Mannschaft de Löw. Alemania aspira a destronar a España y el equipo de Heynckes quiere vengarse de la derrota del año pasado en la final contra el Chelsea. A Heynckes, que la próxima temporada será sustituido por Pep Guardiola, le gustaría obviamente que le ocurriera lo mismo que en 1998, cuando dejó el banquillo de Chamartín después de conquistar la séptima orejona en Ámsterdam. El Madrid pelea ahora por la décima con un nuevo entrenador cuya continuidad también se discute, como es el caso de Mourinho, ya campeón antes con el Oporto y el Inter.
No se duda sobre la clasificación madridista después de golear al Galatasaray en la ida: 3-0. Tiene a una plantilla excelente en plena forma y le sobran futbolistas: Casillas es suplente y Xabi Alonso y Ramos no jugarán en Estambul por sanción tras tomar una tarjeta en la ida en el Bernabéu. El marcador y la categoría juegan a favor del Madrid de la misma manera que la ilusión está de parte del Málaga en su visita ante el Borussia Dortmund.
Aunque con reservas por la entidad del PSG, el Barça asume también su condición de favorito, al igual que el Madrid y el Bayern Múnich.
El factor campo y su trayectoria, que pasa por superar al Madrid en la fase de clasificación, avala la candidatura del equipo alemán, repleto de buenos jugadores (Hummels, Götze, Reus, Lewandowski), y concentrado en la Champions después de que el Bayern le destronara en la Bundesliga. Además, el Málaga perdió en Anoeta (4-2) y no se sabe aún si Pellegrini podrá estar mañana en Dortmund después de viajar a Chile por la muerte de su padre. El comportamiento del equipo andaluz en cancha contraria, de todas maneras, invita al optimismo. A pesar de que perdió en Oporto, antes empató en casa del Zenit y del Milán y goleó al Anderlecht. El empate a cero en la Rosaleda es el mejor de los malos resultados porque los goles valen doble fuera.
Los dos tantos marcados en París fortalecen precisamente las aspiraciones del Barça en el Camp Nou ante el PSG (2-2). El dramatismo que envolvió la ida por la lesión de Messi se ha mitigado después de la goleada ante el Mallorca: 5-0. Jugó el equipo al espacio, con dinamismo, vertical. No tocó al pie ni el juego se concentró en un jugador sino que el fútbol se diversificó: apreció la mejor versión de Cesc, Alexis se reencontró con el gol y sobresalió el liderazgo de Iniesta. Aunque todavía no se sabe si el 10 estará para jugar el miércoles, preocupa menos la messidependencia y se felicita el barcelonismo por el regreso de Vilanova. Tito parece tener mano de santo: asumió con naturalidad la sustitución de Guardiola y afrontó sin pestañear la ausencia de Messi. A su alrededor las cosas fluyen con naturalidad, incluso las más difíciles, como la reaparición de Abidal. El día que faltó Messi los focos descubrieron al discutido plantel del Barça, que ya tiene la Liga a tiro de piedra.
Aunque con reservas por la entidad del PSG, el Barça asume también su condición de favorito, al igual que el Madrid y el Bayern Múnich. Una vez que los equipos cumplen con los pronósticos hechos después de un sorteo a pedir de boca y se intensifique el pulso español-alemán, ahora se trata de discutir y apostar a partir de los gustos opuestos de los técnicos en litigio: la experiencia de Heynckes, el saber estar de Ancelotti (campeón con el Milan), la sabiduría de Manuel Pellegrini, la confianza de Mourinho, la determinación de Klopp o la calma de Vilanova. La gracia de la Champions no tiene fin.
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