“Muy especial tras un año durísimo”

“Estoy muy contento. Ha sido muy, muy especial tras un año durísimo”. Radiante, rebosante de alegría, reconfortado por su vuelta a los terrenos de juego. Así se mostró Eric Abidal.

No es casual que un seguidor anónimo se acercara al estadio con una pancarta en la que se leía: “Salam Aleikum, Eric”. Se sabía que Abidal estaba para jugar 20 minutos si el partido se ponía de cara. La gente le esperaba con ganas. Y ocurrió: en el minuto 23 de la segunda parte, Abidal sustituyó a Piqué. Dicho así, el tema no tiene ninguna gracia, pero resulta que hace menos de un año, el 10 de abril del 2012, el francés entró en un quirófano para ser sometido a un trasplante de hígado por culpa de un tumor. Después de 402 días peleándose con la vida, volvió al Camp Nou.

“Es un jugador muy estimado por la plantilla y su vuelta nos hace felices. Va más allá de ganar o perder”, resumió Jordi Roura. Fue quien compareció en la rueda de prensa, pero en el banquillo del Camp Nou volvió a sentarse Tito Vilanova, al regreso de Nueva York. El entrenador y Abidal le demostraron al mundo que a veces pelear sirve de algo. “Es emocionante y difícil de describir”, explicó Zubizarreta. “Verlos a los dos juntos, en actividad, en lo que nos gusta que es el fútbol es magnífico y un buen ejemplo para mucha gente que lo está pasando mal porque pueda estar enfrentada a estas o parecidas enfermedades”.

Abi, musulmán, divertido, rapero, le ha ganado el pulso a la vida. Se le vio emocionado al entrar al campo y camino de los vestuarios, cuando se quitó la camiseta con el 22, exhibió otra, con una frase escrita en francés en la que se leía “Gracias, primo. La 13”. Un guiño a quien le dejó el hígado para empezar la pelea y a su número preferido. “Esperaba este día con muchas ganas. El club, la gente, todos me han ayudado mucho. Ya estoy aquí para ayudar al equipo. Mi primo es la persona más importante. Nunca había ido a un hospital y la primera vez que lo hizo fue por mí. Yo estoy ante las cámaras pero el más importante es él. Ha luchado por él y por mí y se lo agradezco a él y a su familia”.

El defensa francés explicó cómo se produjo su vuelta. “Tito no me había visto entrenarme. A mí me sirvió mucho el amistoso que jugué la semana pasada. Sobre todo para ver cómo me recuperaba del esfuerzo. Por eso le he dicho a Tito que estaba bien y con tantas bajas como teníamos... De no estar bien, hubiera sido el primero en decirlo. Pero, era mi día”. Bromeó el protagonista del partido: “Me he encontrado bastante bien. He fallado algunos pases. Es normal, después de un año... Pero estoy contento porque ellos no han marcado ningún gol cuando yo estaba en el campo”.

Asumió con naturalidad los comentarios de quienes le consideran un ejemplo a seguir por muchos. “Puede ser, pero cada uno pasa en la vida por momentos buenos y momentos malos. He luchado por mi familia, por mis amigos. Si puedo ser un ejemplo de lucha, para que la gente no se desanime, mucho mejor”. Tuvo también palabras para su entrenador. “En todo esto, manda Dios. Estoy muy contento por Tito, porque está con nosotros y sabe que los jugadores estarán a su lado para ayudarle”. Y Abidal volvió a sonreír.