Nairo, un colombiano, gana la Vuelta al País Vasco en la contrarreloj
El ciclista del Movistar, segundo en la etapa a 17 segundos de Tony Martin, supera a Richie Porte y se adjudica la general de la prueba
“¿Cómo puede poner este la bici a esta velocidad? ¿Cómo puede hacerlo con ese cuerpecillo?” Así se maravillaba José Luis Arrieta mientras perseguía con el coche la silueta fugaz y veloz de Nairo Quintana, un colombianito imparable, y con el rabillo veía el cuentakilómetros, 50, 55 por hora. Y era para maravillarse. Y Arrieta, su director en el Movistar (y uno de los pocos, junto con el propio Quintana, que la víspera pensaba que ni Porte, el favorito australiano, ni nadie, iba a evitar que hoy fuera su día: “Sabíamos que tenía ahí la carrera, en los 24 kilómetros contrarreloj de Beasain”), no era precisamente el único que se admiraba y silbaba ante el portento que, maillot blanco de joven, dorsal 51 a la espalda, el número del primer Tour de Merckx (el del 69), el del Tour de Ocaña (en el 73), el del pastís y el del primer Tour de Hinault (78), volaba por la calles empapadas de Beasain, en el corazón del Goierri, sus carreteas estrechas, ni un metro llano, sus miles de curvas.
Nairo Quintana, de 23 años, apenas levanta dos palmos del suelo y es delgado, fino como un alambre, y flexible, todo agilidad y fuerza. Es un escalador, planta de escalador, cabeza de escalador. Es colombiano. Así que pocos podían pensar no solo que fuera capaz de ganar, como lo hizo, la Vuelta al País Vasco, en una contrarreloj que parecía prometida al trotón australiano Richie Porte, el rey del método y del Sky, sino que incluso le hiciera sombra al tremendo Tony Martin, el mejor contrarrelojista de los últimos años, motor grande y gran cilindrada, quien finalmente solo le ganó por 17s. “No es el colombiano típico, no”, dice José Miguel Echávarri, “sube, baja, contrarrelojea… Es mucho más”.
Etapa y general
Clasificación de la contrarreloj:
1. Martin (Omega) 35:05
2. Quintana (Movistar) a 17
3. Intxausti (Movistar) a 32
4. Porte (Sky) a 40
5. Spilak (Katusha) a 48
6. Peraud (Ag2r) a 51
7. Henao (Sky) a 57
8. Betancur (Ag2r) a 1:05
9. Weening (Orica) a 1:06
10. Contador (Saxo) a 1:07
Clasificación de la general final:
1. Nairo Quintana (Movistar) 21:39:35
2. Richie Porte (Sky) a 23
3. Sergio Henao (Sky)a 34
4. Simon Spilak (Katusha) a 35
5. Contador (Saxo) a 54
6. Weening (Orica) a 1:18
7. Betancur (Ag2r) a 1:19
8. Intxausti (Movistar) a 1:57
9. Poels (Vacansoleil) a 2:47
10. Gadret (Ag2r) a 2:56
Y visto todo esto, con admiración y maravillamiento, bien se puede concluir que Nairo Quintana, colombiano del 90, no es solo el escalador del futuro, sino más aún, el ciclista del futuro. No es solo el escalador colombiano del verano y el calor agobiante que se reveló en el Tour del Porvenir de 2010 o en la subida a la Joux Plane de la pasada Dauphiné, cuando se impuso a los planes del Sky perfecto de Wiggins. También es el gran descendedor, la pluma que traza las curvas como si llevara inscrita en el cerebro la línea perfecta, que se vio tras aquella subida al Joux Plane, bajando hacia Morzine y dejando clavado hasta a Cadel Evans; y también es hombre de clásicas de otoño (el Giro de la Emilia pasado), y hombre de nieve y de frío, como en la última Volta, en Vallter 2000, y de las aceleraciones increíbles bajo la lluvia, como la que le dio la victoria el jueves en la Subida a Arrate, el día que mostró que podía ganar la Vuelta al País Vasco. “Y, sobre todo”, continúa Arrieta, “Qué cabeza tiene. Qué seriedad a la hora de hacer su oficio. Es callado por tímido, pero muy abierto cuando tiene confianza. Y todos los compañeros están encantados con él, y se vacían por él cómo haga falta”. Las próximas veces en que tendrán ocasión de hacerlo será en la Flecha Valona y en la Lieja-Bastogne-Lieja, las dos clásicas de las Ardenas a las que acudirá con los ojos bien abiertos y la mente presta. “Solo va para conocer”, precisa Arrieta, dispuesto, sin embargo, a seguir dejándose maravillar por su ciclista. Después, pasará mayo y junio entrenándose en Colombia, en altura, antes de regresar para debutar en el Tour.
La Vuelta al país Vasco de la nueva generación –con Quintana también brillaron Porte, el ganador de la París-Niza última, y otros colombianos, Henao y Betancur, y el esloveno Spilak, todos ellos nacidos después de 1985—fue también la de las dudas de Alberto Contador, quien terminó décimo la contrarreloj y quinto en una general que contaba con ganar. Los observadores le han visto más fuerte de piernas que en sus grandes años, más potente o más fuerte, pero menos rápido, menos ciclista. No destacó en las etapas de montaña (o no marcó la diferencia como suele hacer en sus momentos de gran forma) y tampoco estuvo a la altura esperada en la contrarreloj. Ciclista habituado a brillar en primavera, termina la primera parte de la temporada con una única victoria, la de la etapa reina del Tour de San Luis, en Argentina.
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