“Esto no ha terminado”

Cuanto más analizaba José Mourinho al Galatasaray más se convencía de que el Madrid estaría en las semifinales. Si el partido de ayer dio la razón al mánager, la conducta de sus jugadores tras el 3-0 demostró que los tenía bien aleccionados. Sergio Ramos y Xabi Alonso se comportaron como si se prepararan para las semifinales cuando provocaron sus respectivas tarjetas amarillas. Cumplirán sanción en Estambul y llegarán a la siguiente fase sin preocuparse de recibir tarjetas. Sabedor de que la UEFA prohíbe este tipo de provocaciones premeditadas, Mourinho se cuidó mucho de admitir públicamente que lo que había ocurrido fue producto de un plan.

“Las amarillas a Xabi, a Ramos, a Yilmaz y a Dany suponen bajas importantes para el próximo partido”, dijo, evasivo, cuando le preguntaron por las tarjetas provocadas por sus jugadores con su consentimiento. “Bajas importantes para los dos equipos. Eso me permite que Ramos y Xabi jueguen el sábado contra el Levante, porque no iban a jugar, pero me complican un poco los planes. Porque cuando vi la amarilla a Xabi empecé a pensar en el partido de Estambul”.

El portugués se mostró tranquilo. Desinflado con respecto a la víspera. “El equipo ha hecho un partido serio, equilibrado, ha defendido bien, ha contraatacado con peligro”, dijo. “Sabían que en esta competición todo son los detalles. Cada gol que metes o recibes marca una gran diferencia. Y el equipo ha parado todo lo bueno que tiene el adversario en ataque. Y después Higuaín y Benzema han hecho sus goles y eso es bueno para su confianza. Pero aunque no hubieran marcado estaría contento con sus trabajos”, comentó.

Cuando vi la tarjeta amarilla a Xabi Alonso empecé a pensar en el partido de Estambul”

El entrenador turco, el imponente Fatih Terim, de pesado abrigo de lana y grandes zapatos de cuero negro brillante, admitió sin dramatismo que el Galatasaray está prácticamente fuera de la Champions. Responsabilizó por igual a la incompetencia defensiva de sus jugadores y al árbitro noruego Svein Oddvar Moen. “En estos niveles”, dijo, “no se pueden cometer errores claros. El 1-0 y el 2-0 son errores muy básicos, muy simples. Y luego con Eboué y Drogba no hemos podido aprovechar dos ocasiones muy claras. Yo nunca hablo de los árbitros y no quiero hacer comentarios ahora. Pero puede que le haya afectado el nombre del Madrid y en alguna ocasión haya resuelto no pitar una falta clara a nuestro favor. No se puede decir que haya hecho un partido justo. Ramos ha pisado el pie de Yilmaz y el único que no lo vio fue el árbitro. A pesar de todo no hay mucho que se pudiera hacer. Sería un milagro cambiar las cosas. Pero en Estambul intentaremos jugar bien y ganar el partido”.

“Es difícil jugar en el Bernabéu delante de tantos seguidores y la diferencia de calidad entre los dos equipos se nota”, zanjó Terim. “Hay bastante diferencia. Mis jugadores quisieron hacer algo pero no pudieron. Con el 1-0 y el 2-0 intentaron cambiar algo pero fue en vano”.

Preguntado por el árbitro, Mourinho respondió como siempre: le cuesta ver los penaltis en contra con la misma claridad que ve los penaltis a favor. “Yo no he visto las jugadas en el área”, dijo. “Para mí es difícil de ver. Si lo dice Fatih que él lo comente y lo asuma”.

“Conociendo la mentalidad de los equipos turcos en Turquía”, prosiguió Mourinho, “ellos saben que es muy difícil, pero lo darán todo para conseguir algo histórico en Estambul. Dice Fatih que necesitan un milagro pero la historia del fútbol está llena de milagros. ¿Por qué no pueden soñar con un milagro? ¿Y si nos ganan 4-0? Tengo suficiente experiencia como para pensar que esto no ha terminado. Haré todo lo posible por convencer a mis jugadores de que se tomen en serio el partido de vuelta. Aunque claro, si les metemos un gol entonces tendrán que meternos cinco…. Quiero que jueguen allí con la misma mentalidad con que jugaron en el Bernabéu”.