Alexis, para lo bueno y lo malo

Dos ocasiones de gol malogradas le volvieron a señalar. La primera fue tras un centro lateral que recibió en el área pequeña, cuando controló el esférico y trató de recortar antes de rematar, lo que permitió que Jallet le rebañara el balón; y la segunda, que quedó en nada por su culpa, o por la del campo, tras pegarle mal al esférico tras un bote traicionero, que acabó en las manos del portero. Dos errores que subrayaron para mal otra vez a Alexis Sánchez, de nuevo titular, de nuevo en el ojo del huracán, de nuevo cuestionado por los aficionados del Barcelona —unos 3.000 en el Parque de los Príncipes—, tras un partido en el que se le recordará antes por el fallo que por cualquier acierto, digan lo que digan los números. Así, pudo llevarse las flores por la acción en la que fue derribado en el área y permitió a Xavi marcar el segundo gol del partido, de penalti, pero eso quedó en menos porque los franceses empataron el partido, gracias al remate de Matuidi, en el último suspiro.

El delantero chileno desespera a los aficionados en la misma medida que le valoran sus compañeros y le reconocen en el cuerpo técnico todo lo que ofrece, a diario y en cada partido. No dudan los entrenadores y los futbolistas del Barcelona en salir en su defensa de manera casi violenta. El chileno, que se consideró a sí mismo hace un par de semanas como “un jugadorazo”, parece lejos de demostrarlo en el Barcelona, lejos de marcar las diferencias, aunque empeño no le falte. Con él, por costumbre, poco puede ser mucho, como ayer, y mucho, quedar en nada. O casi. Sobre todo porque el Barça pagó por él 26 millones fijos más 11,5 de variables, precio por el que siempre se le juzga.

“No hay penalti, ya sabemos cómo es él”, dejó caer el técnico Ancelotti

Hasta 14 veces mezcló el chileno con Jordi Alba y 10 lo hizo con Xavi; sorprendentemente, solo buscó una vez a Messi durante el partido, algo por lo que siempre ha sido muy criticado, por repetitivo. Alexis remató en cuatro ocasiones a portería, tres de ellas entre los tres palos, dos muy claras, y aunque perdió nueve veces el balón y lo recuperó en cuatro oportunidades, intentó cinco veces un regate —uno acabó en penalti— y en cuatro fracasó, estadística que no molesta a sus compañeros, que agradecen su desparpajo y valentía.

El chileno tocó 49 veces el balón durante el encuentro y lo entregó 44 veces bien. Pero no se le regala la gloria al hijo de la árida tierra minera del norte de Chile, condenado a pelear como nadie por ganarse un elogio, antes y ahora en el Barcelona.

El Barça pagó por él 26 millones fijos más 11,5 de variables, precio por el que siempre se le juzga

Le sucede al chileno que por mucho que haga, nunca parece suficiente y ayer volvió a parecer un don nadie entre tanto oropel. Demasiado glamour a su alrededor como para que se valore su humildad y su esfuerzo, porque dos toques de Beckham, o una elegante irrupción del poderoso Ibrahimovic suman más que el trabajo del menudo extremo chileno. Alexis no se escondió en el Parque de los Príncipes, pero con eso, otra vez, no pareció bastante.

Alexis nunca deja indiferente a nadie, ni pasa con pena ni gloria porque siempre hay alguien al que su juego disgusta. Jordi Roura, al término del encuentro, volvió a defender la aportación del delantero. En cualquier caso, de Alexis, no solo renegaron los fanáticos, también lo hizo el entrenador del PSG, el italiano Carlo Ancelotti. “No hay penalti, ya sabemos cómo es él. En el amistoso de pretemporada también se tiró a la piscina”, aseguró el técnico del conjunto francés, en referencia al encuentro que ambos equipos jugaron el 4 de agosto del pasado año en París, en el trofeo veraniego del PSG. “Ni era fuera de juego de Ibrahimovic ni fue penalti a Alexis”, reivindicó Al-Khelaïfi, el magnate árabe propietario del PSG.

La presencia ayer del chileno en la alineación titular sorprendió —no eran pocos los que presuponían la llegada de Tello—, aunque lleve 21 partidos disputados en la Liga, en los que solo ha conseguido dos goles; siete partidos en la Champions, en los que firmó un gol ante el Benfica y otros seis en la Copa. Pero el cuerpo técnico, al igual que sus compañeros, confía ciegamente en Alexis.