Un ataque que vale una victoria

Purito Rodríguez, del Katusha, ganó este domingo la quinta etapa de la Tirreno-Adriático, tras la que el británico Chris Froome (Sky) pasa a ocupar el liderato en la general, por delante de otro español, Alberto Contador (Saxo-Tinkoff). Fue un ataque tremendo, un golpe de riñones, mandíbula apretada y dientes al aire, en la zona más dura de la etapa. No hubo persecución posible. Nadie aguantó el ritmo del español por el empinado asfalto. Purito, rodeado del gentío que convertía en una fiesta los últimos metros de la carrera, llegó en solitario (6h 6m 43s) tras los 230 kilómetros que los ciclistas recorrieron entre Ortona y Chieti.

El ciclista español aventajó en ocho segundos a un grupo de cinco integrado por el holandés Bauke Mollema (Blanco), Alberto Contador, el italiano Mauro Santambroggio (Katusha), el estadounidense Christopher Horner (RadioShack-Leopard) y el propio Chris Froome. Este último se ha convertido en el líder de la carrera, que acaba el martes, y en el que su equipo, el Sky, ha vuelto a ejercer el mismo mando dictatorial que ya ofreció en el Tour, como demostró neutralizando el sábado un ataque de Contador. Dispone de 20 segundos de margen sobre el de Pinto y el italiano Vincenzo Nibali (Astana).

Este lunes, con Froome soñando ya con la victoria final, se disputa la sexta y penúltima etapa, con salida y meta en Porto Sant'Elpidio y 209 kilómetros de recorrido.