La inflexión de Diego Costa

“No me vale todo lo que me puedas aportar, si no puedes hacerlo en el campo”, cuentan en el Atlético que le dijo Diego Pablo Simeone a Diego Costa tras ser expulsado ante el Viktoria Plzen. El delantero “estaba muy fastidiado”, abundan en el club por lo sucedido en ese duelo de la Liga Europa. Había ido a mediar por una agresión a Saúl y al pegar su frente a la de un jugador checo este se dejó caer. Costa, que venía de protagonizar un duelo a salivazos con Ramos en el derbi del Bernabéu, sintió que había pecado de “pardillo”. Esa expulsión en territorio checo le supuso cuatro partidos de suspensión y no solo la advertencia de Simeone de que hablara en el campo, sino también la de sus compañeros que se dirigieron a él en estos términos “para nosotros eres un tesoro, te necesitamos, tienes que controlarte”. El vestuario temía que los contrarios fueran a provocarle conociendo su facilidad para encenderse.

De aquel episodio ha emergido un futbolista que maneja mejor ese tipo de situaciones. Ha pasado de ser el principal instigador de trifulcas a ver cómo los contrarios se desquician con él. Ha tomado el papel de dominador del juego subterráneo que le proponen los rivales cuando antes siempre era el perjudicado, bien porque empezaba él, bien porque respondía a todo y a todos con los que se enzarzaba. Desde entonces, ha provocado 14 tarjetas amarillas y cuatro expulsiones, estas últimas en los dos partidos de semifinales ante el Sevilla (Navarro, Spahic, Kongdobia y Medel —estos dos últimos sancionados ayer con cuatro y dos partidos, respectivamente—). Por el contrario, Costa solo ha visto tres amarillas desde que ha decidido seguir los consejos de su técnico y sus compañeros.

Kongdobia y Medel fueron sancionados ayer con cuatro y dos partidos, respectivamente

La estadística dice que Diego Costa es el jugador del fútbol español que más amonestaciones provoca en los contrarios con 20 amarillas (15 en Liga, cuatro en Copa y una en Liga Europa). También que es el futbolista que más faltas recibe, una cada 20 minutos. En el Atlético valoran que su futbolista haya salido indemne de varios puntos calientes como fueron los cuartos de final de Copa con el Betis, donde después de un codazo a Perquis en la ida, los verdiblancos fueron a buscarle en el partido de vuelta. Días más tarde, en el Calderón, y también ante el Betis, Costa salió en la última media hora y desquició a los verdiblancos hasta lograr en solo cinco minutos que el Atlético ganara el partido con un tanto suyo. “A mí, Diego Costa me parece un magnífico futbolista, que me gustaría tener en mi equipo. Es problema del rival si cae en las cosas que él propone”, dijo por entonces Pepe Mel. El pasado domingo, en un partido muy duro ante el Espanyol, Costa recibió ocho faltas y no perdió los papeles. El lunes, un empleado del Atlético comentaba “Debe estar en el gimnasio recuperándose de todos los palos que le dieron”. El miércoles ante el Sevilla también recibió ocho faltas, una de ellas terrible, la de Kongdobia, que vio roja directa, ha causado indignación en el club: “Si esa entrada se la hacen a Messi o a Cristiano se habría montado un escándalo”. “Caímos en las provocaciones de Diego Costa”, dijo Negredo al término del partido. “Lo que sucede en el campo, ahí debe quedarse”, defiende, en cambio, el brasileño, que en Onda Cero admitió que “sería un honor que Del Bosque me llamara para la selección, aunque no creo que me necesite”. En el Atlético ven su última exhibición en el Sánchez Pizjuán como la confirmación de la explosión de sus condiciones futbolísticas: “En el primer gol resuelve muy bien y en el de Falcao hace una jugada de crack, primero aplica una velocidad tremenda y después pone muy bien el centro”. Su tanto en Sevilla le ha llevado a ser el máximo goleador de la Copa con siete tantos por delante de Cristiano que suma seis.