El Manresa se ‘alquila’ a su afición
El club, en plena crisis económica y deportiva, arranca una iniciativa de micromecenazgo que permite a los seguidores entrenar, comer o viajar con sus ídolos a cambio de una aportación
La necesidad agudiza el ingenio y la crisis se está convirtiendo en un marco inagotable de iniciativas innovadoras. El Bàsquet Manresa lanzó ayer entre sus seguidores una iniciativa de micromecenazgo con contraprestaciones inéditas. Con el objetivo de recaudar 40.000 euros en 40 días, todos aquellos que realicen aportaciones desde 10 euros a 5.000 obtendrán a cambio desde camisetas o balones hasta la posibilidad de jugar, comer y viajar con los jugadores de su equipo.
“La temporada va a ser muy dura. Tendremos que trabajar día a día para conseguir los ingresos de cada mes”, anticipaba hace cinco meses el presidente del Manresa, Josep Vives, en un contexto de asfixia económica. El transcurrir del curso le ha cargado de razón. El club, con 82 años de historia, 40 de ellos en la élite del baloncesto español, perdió en diciembre a su patrocinador principal (Assignia) que pasó a ser coesponsor y hace unos días, cuando comenzaba a remontar el vuelo en lo deportivo (penúltimo, con cuatro victorias en 22 jornadas), se quedó sin dos pilares de su quinteto: Javi Rodríguez y Charles Ramsdell, con graves lesiones de rodilla.
“Tienes la sensación de que el próximo paso lo vas a dar en el vacío”, resume Vives ante tanta adversidad. “Detrás de la aportación está el compartir una manera de hacer las cosas y colaborar en la continuidad del proyecto. La gente podrá entrenarse con el equipo o incluso jugar partidos contra ellos; podrá viajar con nosotros a los desplazamientos en el mismo régimen que viven los jugadores el fin de semana…vivir la experiencia directa”, explica.
No es dramatizar, pero nos estamos jugando el futuro del club” Josep Vives, presidente del Manresa
El abanico de posibilidades que tienen ante sí los aficionados que se animen a convertirse en mecenas es amplio, e incluye la opción de poner publicidad en la pista, pero sin duda la de ponerse la camiseta de tirantes y convivir con sus ídolos es la más atractiva. “Tener una foto de los jugadores se quedaba corto. Se trataba de tocarlos. Lo de entrenar con el equipo, nos ha dicho el entrenador que hasta les puede venir bien como esparcimiento”, cuenta Vives, quien, “entrenado en gestionar en la escasez”, ha puesto en marcha la peculiar iniciativa.
“Assignia nos va a pagar lo que tenía comprometido, pero en lugar de hacerlo de enero a junio de 2013 lo va a hacer del 1 de junio de este año hasta el 31 de mayo de 2015. La liquidez se resiente porque nos deja sin 200.000 euros, que para nosotros es un dinero vital. No es dramatizar, pero nos estamos jugando el futuro del club”, relata al tiempo que cifra en 900.000 euros la reducción presupuestaria de 3,6 millones a 2,7 en los dos últimos años.
“Aunque parezca paradójico, desde el año 1967, cuando ascendimos a la máxima categoría, quizá sea ahora cuando podríamos ser más competitivos que nunca dada la coyuntura general que nos ha igualado a todos a la baja; pero las dificultades en mantener los ingresos publicitarios y el ir a remolque para compensar el endeudamiento de años anteriores con el dinero de este hacen imposible la ecuación y nos ha llevado a una situación muy delicada. Es crucial superar este trance y conseguir un patrocinador principal para la temporada que viene”. De momento, y a la espera de un primer patrocinador que cubra los 400.000 euros que venía recibiendo el club por ese concepto, el Manresa apuesta por el micromecenazgo y todo aquel que se anime a colaborar con su equipo tendrá recompensa. A partir de 20 euros, como mínimo una entrada para apoyar a los de Jaume Ponsarnau en pos de una permanencia complicada.
El contexto y las referencias del último verano, con el ejemplo reciente del Estudiantes, indican que es casi tan importante reservar en la hucha la cantidad necesaria para pagar la cuota de la plaza en la ACB que escapar de las últimas plazas de la tabla. “Esa reflexión la hemos hecho dada la realidad del baloncesto español, pero nuestra obligación es competir con dignidad y compensar a la gente que nos apoya. Ahora podíamos pensar en no fichar a nadie para sustituir a los lesionados y ahorrar económicamente, pero tenemos que ser responsables y hacer todo lo posible en función de nuestras posibilidades”, cierra Vives.
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