El Muro del Berlín
Albert Miralles, emigrante desde los 20 años, sostiene el juego interior del Alba que se enfrenta al Madrid (20.45, RMTV) con el cartel de cenicienta
El Alba Berlín apura las jornadas del Top 16 consciente de que, salvo sorpresa, en siete semanas su carroza de la Euroliga se convertirá en calabaza. La cenicienta llega esta noche al Palacio para medirse al Madrid (20.45, RMTV) con un cicerone de lujo: Albert Miralles. El pívot catalán, con uno de los currículos más errantes del baloncesto español, decidió el pasado verano coger de nuevo su maleta aventurera rumbo a Alemania cuando varios equipos de la ACB tanteaban su fichaje, incluido el Barcelona, que llegó a sopesar su incorporación tras la salida de Fran Vázquez valorando su recorrido y su condición de ‘cupo’.
“Somos muy afortunados por haberle fichado; varios clubes europeos le querían. Nos aportará mucha experiencia internacional, puede sostener con su juego las posiciones de pívot y de ala-pívot, siempre pone la máxima energía y tiene una gran inteligencia para esto del baloncesto. Nuestra base es la solidez defensiva y para eso tiene el perfil ideal”, le agasajó en su bienvenida Sasa Obradovic, técnico del conjunto alemán. Miralles iniciaba así otra experiencia internacional en su carrera.
Canterano de la inagotable escuela del Joventut de Badalona, debutó en la ACB con apenas 17 años tras destacar en las categorías inferiores de la selección y de su equipo. Pero aquel aterrizaje precoz en la élite no tuvo continuidad y, entre la impaciencia y la valentía, decidió marcharse a la Lega italiana después de un par de cesiones en Mallorca y Ourense. La Virtus de Bolonia apostó por aquel chicarrón barcelonés de 2,06m y carácter impetuoso que se convertía así con 20 años en emigrante pionero entre su generación. “Es un auténtico guerrero de la canasta. Desde muy jovencito se forjó un carácter luchador saliendo de su casa y ese espíritu es el que le hace ser ahora referente en un equipo de Euroliga”, apunta Jorge Garbajosa, que compartió experiencia en el Pallacanestro con Miralles en esos años. Rimini, Roseto y Cantú fueron las siguientes paradas del pívot que, a base de casta y brega, se ganó el apodo de El Muro en Italia donde lució como nunca.
Canterano de la inagotable escuela del Joventut, debutó en la ACB con apenas 17 años
Su carrera registraba un nuevo hito, al resultar elegido en la segunda ronda del draft con el número 39 por Toronto Raptors, en el verano de 2004. Sin embargo, sus derechos fueron a parar, casi inmediatamente, a manos de los Heat de Miami con los que nunca llegó a debutar en la NBA. Apenas un par de intentos veraniegos en las Summer League fueron su recorrido en la meca estadounidense. Suficiente reclamo sin embargo para que la ACB se decidiera a repescar a su hijo pródigo. “Es un jugador rocoso, con un tiro bastante correcto, va fenomenal al rebote ofensivo y lee muy bien el juego y su papel en la pista. Siempre aporta. Siempre hace equipo”, prosigue Garbajosa. “Probablemente tenga mucho más nombre y reconocimiento en Europa que en España. Ha demostrado que a base de trabajo se puede conseguir lo que quiera. Puede ser que en sus inicios le lastrara el exceso de expectativas, pero en definitiva está completando una carrera que muchos envidiarían. Se merece todo lo bueno que le pase por todo lo que ha luchado siempre”, apostilla.
Cuatro años en el Pamesa Valencia y dos en el Lagun Aro de Pablo Laso completaron su andadura en España antes de volver a coger el pasaporte. “La mejor virtud del Alba Berlín es que tiene un juego interior de mucho peso. La mueven mucho en la pintura y ahí tiene mucho que ver Albert [Miralles]. Es muy completo defensivamente y ofrece grandes prestaciones de cuatro o de cinco”, analiza Laso sobre su expupilo que en 2011 emprendió su segundo periplo en la Lega en el Angélico Biella de Massimo Cancellieri. Un año más tarde, la ACB volvió a titubear a la hora de apostar por él y, tentado por la posibilidad de disputar la Euroliga, El Muro se marchó a Berlín.
Fue elegido en la segunda ronda del draft con el número 39 por Toronto Raptors, en 2004
En el partido disputado ante el Madrid en Alemania el pasado 27 de diciembre, Miralles fue el máximo anotador de su equipo. 14 puntos, cuatro rebotes y tres faltas recibidas en 21 minutos de juego sellaron su notable hoja de servicios aquel día en el que, junto a su compañero Derrick Byars, consiguió imponerse al Madrid bajo los aros (31-29 en rebotes) aunque el Alba acabara sucumbiendo en el marcador (63-77).
Agarrados a la solidez del Muro, el Alba, con el segundo peor ataque de la competición (65,4 puntos de media por partido), buscará esta noche la sorpresa ante el líder del grupo: un Madrid intratable en su casa donde no conoce la derrota en lo que va de temporada, que comienza a hacer cuentas para asegurar una de las cuatro primeras plazas del grupo.
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