El capitán rescata la esencia
El Atlético, liderado por Gabi y Diego Costa, corta frente al Valladolid su mala racha de resultados (0-3)
Tocado como llegaba el Atlético a Valladolid, tanto por el juego y la bajada de tensión en el campo como por los últimos resultados, fue Gabi, su capitán, el que dio el paso al frente para recuperar la esencia que demandaba Simeone en la previa. Y esa no es otra que jugar al límite para acortar la transición entre la pérdida y la recuperación de la pelota. De ahí emergió el equipo que se aupó a la segunda plaza, suficiente para superar la fina propuesta de Djukic, diezmada por la ausencia de sus dos centrales titulares y la del alemán Ebert.
Se da la circunstancia de que Gabi no solo porta el bracelete de capitán, sino que también es la referencia para empujar al resto del equipo hacia la presión del contrario cuando trata de salir, ese mínimo que el Atlético no tuvo en muchos momentos en Vallecas y ante el Rubin Kazán. Cuando el Atlético no muerde arriba aumenta su vulnerabilidad defensiva y se obliga a elaborar más el juego, una asignatura que lleva como puede.
VALLADOLID, 0 - ATLÉTICO, 3
Valladolid: Dani Hernández; Rukavina, Rueda, C. Peña, Balenziaga; Álvaro Rubio, Sastre; Larsson, Óscar, Omar (Bueno, m. 90); y Javi Guerra (Manucho, m. 52). No utillizados: Jaime; Baraja, Peña, Casado, Rama.
Atlético: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Gabi, Tiago; Arda Turan (Cebolla Rodríguez, m. 74), Koke (Mario Suárez, m. 88); Diego Costa (Raúl García, m. 83) y Falcao. No utilizados: Asenjo; Insua, Cata Díaz y Adrián.
Goles: 0-1. M. 10. Falcao remacha un rechazo de Dani a remate de Godín. 0-2. M. 51. Diego Costa, por bajo. 0-3. M. 89. Cebolla Ropdrígez, de cerca.
Árbitro: Iglesias Villanueva. Amonestó a Rueda, Raúl Peña, Oscar
Unos 20.000 espectadores en Zorrilla.
Se le vio al equipo de Simeone desde el minuto uno con un talante más acorde con lo que ha sido durante la temporada. Apretó y buscó a Diego Costa en largo para empezar a marcar territorio, a mostrar que quería volver a ser el que había sido hasta hace poco.
Gabi empezó a descolgarse para ir a buscar la salida del Valladolid por el centro o por los laterales. Andaba presto a cualquier jugador local que recibiera de espaldas cerca del área de Dani. Detectó en el minuto 10 ese descuidio que buscaba y se fue raudo a robar la pelota en la frontal, donde fue zancadilleado ya con el botín controlado. En la ejecución, Gabi tenía posibilidad de disparo, una de esas faltas que en el Zaragoza colocaba en las escuadras con un toque de interior prodigioso. No lanzó directo, que era lo que esperaba la defensa del Valladolid. Picó la pelota con efecto para Godín, que falló un remate cómodo ante Dani. El rechazo lo rebañó Falcao, que no anda fino últimamente, aunque el instinto no le falló esta vez.
A partir de Gabi, creció todo el Atlético. Se desplegó a todo lo ancho del campo, para robar, para ayudar o para organizar. Tuvo la virtud de convertir muchas anticipaciones en pases en profundidad, una bicoca para Diego Costa, la otra gran referencia del Atlético que no había estado ni en Vallecas ni ante el Rubin.
Los rojiblancos no ganaban fuera de casa desde el 18 de noviembre en Granada
Fue el brasileño el que sentenció el partido al aprovechar uno de esos juegos de segunda jugada cerca del área que tanto le han dado a este Atlético. Le asistió Koke de cabeza y Diego Costa cruzó la pelota. En la primera mitad, en un gran pase se quedó corto en la finura que intentó al tratar de levantar la pelota por encima de Dani.
No fue excesivamente brillante el Atlético, pero sí lo suficentemente sólido para manejar el partido con tranquilidad amparado en sus mejores virtudes. Cebolla Rodríguez cerró el marcador y Courtois abandonó Zorrilla sin recibir un tiro entre los tres palos. La victoria le sirve a los rojiblancos para empezar a alejar viejos fantasmas y para volver a ganar fuera de casa tres meses después.
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