La historia sonríe al Madrid

Titánicos, los duelos entre el Real Madrid y el Manchester United han deparado hermosas batallas, todas ellas al límite y resumidas en una serie de estampas que ensalzan a dos de los grandes tótems del continente futbolístico. Para el recuerdo quedarán registrados algunos episodios imborrables. Por ejemplo, los pulsos entre Di Stéfano y Charlton, las cabriolas de George Best o el taconazo de Redondo. Una acción que corona una noche de ensueño, en un marco tan onírico como Old Trafford, que unos años después quedaría rendido a los pies de Ronaldo. Ambos equipos se han enfrentado nueve veces en partido oficial. El balance es favorable al Real Madrid: tres victorias blancas, cuatro empates y dos derrotas.

- Histórico triunfo ante los 'Busby Babes'

La primera vez que el Madrid jugó un encuentro de Copa de Europa en Inglaterra fue en la temporada 1956-1957, en las semifinales, cuando el conjunto liderado por Alfredo Di Stéfano se midió al legendario grupo que conformaban los Busby Babes del Manchester United. En las filas inglesas, jugadores tan emblemáticos como Duncan Edwards, Roger Byrne, Eddie Colman, David Pegg, Tommy Taylor o Liam Whelan.

En la ida, el Madrid ganó 3-1 en el Bernabéu, y días después, en Old Trafford, ambos firmaron un empate a dos goles. Kopa y Rial marcaron para los blancos y Taylor y Bobby Charlton para los ingleses.

- El arte de George Best

Ambos clubes volvieron a verse las caras de nuevo en las semifinales de la 1967-1968 y, en esta ocasión, el Madrid fue apeado de la competición. En la ida, en Old Trafford, el Manchester United ganó por 1-0 con un tanto del genial George Best, que clavó un zurdazo en la escuadra y completó un partido maravilloso.

En el partido de vuelta, el 3-3 final dio el pase a la final a los ingleses, que alzarían finalmente el cetro ante el Benfica (4-1), en Wembley.

- El taconazo eterno de Redondo

Hubo que esperar hasta el curso 1999-2000 para que el Madrid y el United se reencontrasen. Fue en cuartos de final, con el incombustible Alex Ferguson en el banquillo de los diablos y una magnífica hornada pulida en Carrington, con Giggs, Beckham, Gary Neville, Butt y Scholes. El duelo de ida en el Bernabéu, muy rudo y saldado sin goles, dejó completamente abierta la eliminatoria.

El envite de vuelta en Old Trafford acabó 2-3 y deparó una acción para el recuerdo: el eterno taconazo de Redondo, cerca de la línea de fondo, antes de asistir a Raúl. El 7 ejecutó, pero todo el mundo apuntaba a la obra de arte rubricada por el mediocentro argentino.

- El Fenómeno seduce a Old Trafford

En 2003, en cuartos, ambos equipos ofrecieron un hermoso episodio. El Real Madrid de los galácticos, dirigido por Vicente del Bosque y con jugadores como Zidane, Figo y Ronaldo sobre el tapete, había ganado 3-1 en la ida con dos goles de Raúl y otro del portugués. Van Nistelrooy, que unos años después desembarcaría en Chamartín, dio aire a los suyos con una diana.

En la vuelta, Old Trafford fue testigo de un vertiginoso correcalles en el que brilló con luz propia Ronaldo. El brasileño firmó un triplete, tres bellos latigazos, para firmar un solo memorable. Los blancos perdieron 4-3, pero pasaron de ronda. El Fenómeno se retiró entre los aplausos de los supporters ingleses.

- Fútbol en estado puro

En el último precedente, el Madrid y el Manchester ofrecieron un bello espectáculo sobre el tapete del Bernabéu. Un pulso a corazón abierto, fútbol en estado puro. Golpearon primero los ingleses con un testarazo del joven Welbeck y se repuso el Madrid, que abrumó a su oponente con un juego arrollador.

Deparó el partido una estampa inolvidable, cuando Cristiano Ronaldo se elevó y conectó un cabezazo precioso que besó las redes con violencia. Nada pudo hacer De Gea, que antes demostró su talla con dos magníficas estiradas y en el segundo acto volvió a salvar a los diablos con una intervención heterodoxa en la que escupió la pelota con los tacos.