“Lo de Luis Suárez es inaceptable”
Brendan Rodgers, técnico del Liverpool, advierte a su jugador que será sancionado por declarar haber simulado un penalti ante el Stoke en octubre pasado
Vehemente y pertinaz, Luis Suárez (Uruguay, Salto; 1987) transmite por todos sus poros su genética charrúa, hasta el punto de que entiende el fútbol como una batalla en la que no se puede perder. Futbolista de calle, aprendió las lecciones básicas para subrayarse en el terreno de juego, siempre con la bola como obsesión y el gol como objetivo. “En la calle se aprende a jugar y a tener picardía. Te da instinto, te obliga a no rendirte nunca y te define. Yo, por ejemplo, el día que deje de pelear una pelota, abandono el fútbol”, señaló a EL PAÍS pocos días después de fichar por el Liverpool, hace ya casi dos años. Pero la travesura está mal vista en Inglaterra, como aclaró en su día Nayim, exjugador del Zaragoza, que decidió simular un penalti en su primer duelo con el Tottenham y que recibió, a pie de campo, una expresiva bronca del capitán Gary Mabbut. Pues algo similar le ha ocurrido ahora a Suárez, que reconoció, en Fox Sport de Argentina, haber simulado un penalti en octubre ante el Stoke. “Creo que se equivoca al decir eso. Es inaceptable. He hablado con Luis y será sancionado internamente por el club”, replicó Brendan Rodgers, técnico del Liverpool.
Tirarse no es algo que defendamos. No es nuestra ética” Brendan Rodgers
Desde que llegara a Inglaterra para reemplazar a Fernando Torres, el 9 de los reds convive con la polémica. Aunque, en cierto modo, pareció barruntar lo que se le avecinaba, tras su exitoso paso por el Ajax. “El Liverpool es tan grande que te miran millones de ojos, todos con lupa, y tienes un poco de miedo”, señaló en referencia a su posible rendimiento deportivo. La frase, sin embargo y puesta fuera de toda duda su calidad para definir y absorber protagonismo sobre el césped, se adecua más a lo extradeportivo. Entre otras cosas, porque se enzarzó en una presumible discusión de tintes racistas con Evra (Manchester United) por la que fue sancionado con ocho encuentros y una multa de 48.000 euros, además de dedicarle un corte de mangas a la afición del Fulham por la que sufrió otro partido y 23.900 de castigo. Pero también ha sido el foco de atención por sus piscinas, hasta el punto de que varios rotativos lanzaron tiras cómicas sobre sus engaños. Como el del Stoke, o como las amonestaciones que vio por el mismo motivo ante el Sunderland o el Aston Villa.
“Cuando le tocas un poco y grita como si se hubiera roto una pierna, piensas: ‘¿se habrá hecho daño? Pero nueve de cada diez veces no es así”, señaló el medio del Stoke, Michael Kightly, en referencia a ese penalti simulado y su consiguiente enfado exacerbado por no señalárselo. “Es un gran jugador, pero pone una enorme presión sobre el árbitro”, añadió el técnico de los Potters, Tony Pulis; “y cada vez que va al suelo, tienes a 40.000 aficionados echándose encima del árbitro, y eso no está bien”. Por entonces, Suárez se rebeló: “Si se analizan las estadísticas, verán que soy uno de los delanteros que recibe más patadas y faltas”.
Jim Boyce, británico vicepresidente de la FIFA: “Eso es hacer trampas y, como tal, es el cáncer del juego”
Pero su discurso cambió en la entrevista con Fox Sports. “Si soy sincero, se me criticó por el partido del Stoke. Y es verdad, me tiré porque estábamos con el ansia de ganar y por entonces empatábamos. Luego salieron los entrenadores del Stoke, del Everton… Pero ya he entendido que el apellido Suárez vende”, señaló. Y añadió: “El otro día le di con la mano sin querer [ante el Mansfield] y marqué gol. Luego me di un beso en la muñeca… y se inventa cualquier cosa”. Sus palabras, sin embargo, han sentado como una patada en el estómago a Rodgers, norirlandés empapado y definido en la cultura de la Premier: “Tirarse no es algo que defendamos. No es nuestra ética”. Y Jim Boyce, británico vicepresidente de la FIFA, llegó más lejos: “Eso es hacer trampas y, como tal, es el cáncer del juego”.
Frase, en cualquier caso, con la que no está de acuerdo Suárez, futbolista que lleva la picaresca en el DNI, que es capaz de dar un mordisco a Otman Bakkal [entonces en el PSV y ahora en el Dinamo de Moscú] –“A veces te preguntas qué carajo hice, y de eso, desde luego, me arrepiento mucho”, confesó a este diario-, o de sacar mano para evitar el gol de Ghana en los cuartos de final del último Mundial y, así, perderse la semifinal. Por eso, punzante, también lanzó una acusación al fútbol inglés y su entorno: “Lo que decía Carlitos [Tévez] y el Kun [Agüero]… Aquí, a los extranjeros y más a los sudamericanos, se les trata distinto. Son culturas, son formas de vivir. Nosotros lo que tenemos que hacer es jugar al fútbol, que es lo que siempre quisimos. No estamos para ahora escuchar las pavadas que dicen algunos”. Más ácido en un futbolista tan determinante en el área como polémico para la grada.
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