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A CANASTA
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Jack Nicholson se hubiera ido del Palau

Robert Álvarez
Lucas Nogueira entra a canasta ante Wallace.
Lucas Nogueira entra a canasta ante Wallace.Paco Campos (EFE)

Ni era el Palau Blaugrana, ni eran los Lakers. Pero a buen seguro que si Jack Nicholson hubiera estado entre los aficionados que presenciaron el partido del Barcelona Regal en el Palacio de la Comunidad de Madrid se hubiera ido echando chispas mucho antes de la conclusión. Esa fue la reacción del célebre actor hollywoodiense el viernes, harto de soportar el desesperante mal juego de los Lakers ante Oklahoma.

Valga la analogía, y entiéndase desde el hipotético punto de vista de que Nicholson fuera un seguidor del Barcelona, ya que los del Asefa Estudiantes disfrutaron de lo lindo muy merecida y legítimamente con la zurra que le propinó su equipo a su teóricamente poderoso rival (88-66). Esos aficionados no solo no se fueron de la grada sino que permanecieron en ella a la espera de que concluyera el partido que se estaba disputando en Badalona y del que dependía la clasificación del Estudiantes para la Copa del Rey. La demora en la resolución de un encuentro que había empezado a la misma hora que el de Madrid resultó angustiosa para la afición de Estudiantes. El desasosiego fue en aumento porque el Obradoiro, que parecía ya derrotado muchos minutos antes del final, protagonizó una reacción fulgurante que estuvo a punto de premiar su espléndida primera vuelta de campeonato con el billete para la Copa del Rey.

Resistió a duras penas el Fiatc Joventut que, de la mano de Gaffney y Fisher, ganaba por 87-72 a falta de dos minutos para el final, pero encajó un parcial de 2-15 para cerrar el marcador en 89-87. El base dominicano Andrés Rodríguez, uno de los pilares sobre los que se asienta la excelente temporada del conjunto gallego, dispuso de una última opción. Pero su penetración no culminó con canasta y se esfumó la posibilidad de una prórroga, para alivio y regocijo de los sufridos jugadores y espectadores de Estudiantes, que pudieron celebrar su presencia en la Copa bastantes minutos después de haber machacado al Barcelona.

El Obradoiro y el Unicaja pierden el billete para competir en Vitoria en febrero

La mera mención de que el Estudiantes podía haberse clasificado sin necesidad de esperar el resultado de terceros parecía una broma, una nota a pie de página en los periódicos del domingo tan burocrática como utópica. Pero tan rematadamente mal se desenvolvió el Barcelona y tan entusiasta y vibrante fue el juego de Estudiantes que por un momento llegó a cobrar visos de realidad la posibilidad de que lograra los 47 puntos de ventaja necesarios para salir airoso del empate a victorias con el Barcelona. Llegó a dominar por 34, 69-35, cerca del final del tercer cuarto.

La ausencia de Navarro, y menos aún la de Ingles, no explica ni de lejos la penosa actuación del Barcelona. Ni siquiera las estadísticas, todas desfavorables por supuesto —ataque, defensa, rebote, pérdidas de balón, porcentajes de tiro—, sirven para reflejar la sensación de impotencia que transmitió el equipo de Xavi Pascual. Sada se multiplicó por momentos y fue el único que tiró del carro. Wallace anotó cuatro triples que sirvieron cuanto menos para mitigar la paliza. Mickeal se explayó con el coraje que acostumbra, y se pasó de rosca hasta el punto de que se ganó a pulso una falta técnica. El hundimiento colectivo fue tan fulminante que todos esos escarceos no fueron sino las desesperadas brazadas individuales por mantener a flote el horripilante juego colectivo azulgrana, tan vulnerable atrás como errático delante.

El Estudiantes se mete en la Copa tras arrollar a un Barça vulnerable y errático

En el fragor de la desigual batalla, Tomic se perdió en el anonimato, con todo lo difícil que resulta eso cuando se trata de un pívot de 2,15 metros con su calidad. Se quedó en cuatro puntos y solo tiró cinco veces. Ni del Lorbek dominante de otros tiempos, ni del feroz Jawai que tanto impresionó en los primeros partidos, se observan ahora retazos. El Barcelona estará en la Copa, a pesar de que se ha mostrado muy vulnerable, con 8 derrotas en los 17 primeros partidos; y muy desigual: el único capaz de ganarle al Madrid, además de cumplir en la Euroliga con triunfos resonantes como ante CSKA o el Olympiacos.

La Copa se disputará del 7 al 10 de febrero en Vitoria. Hoy se celebra el sorteo de un cartel en el que están el Real Madrid, el Caja Laboral, el Valencia y el Gran Canaria, como cabezas de serie, y el Bilbao, el CAI Zaragoza, el Barcelona y el Estudiantes. El Unicaja, derrotado por el Cajasol (70-81), se queda fuera por tercer año consecutivo.

Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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