Fernando pide un nuevo Valencia

“Mi conciencia me exige presentarme ante el valencianismo con un proyecto ilusionante”. Referente del club de Mestalla, Fernando Gómez Colomer ha aguardado pacientemente su oportunidad. Dos años y medio después de ser despedido como director deportivo del Valencia por su presidente, Manuel Llorente, el centrocampista de la década de los ochenta y noventa, el jugador que más veces ha vestido su camiseta (533), ha salido de nuevo a la palestra para denunciar los males del Valencia y postularse para presidir el club en detrimento de Llorente. “El actual presidente del Valencia dijo que estaría dispuesto a dejar el club si apareciera alguien que pueda solucionar la situación. Le pido al señor Llorente que dimita como presidente”, fueron las primeras palabras de Fernando, en la rueda de prensa convocada y que se alargó cerca de dos horas, para dar a conocer el proyecto de Valencia si él accede a la presidencia. En el acto presentado en un hotel cercano al futuro estadio del Valencia, que se encuentra paralizado, se encontraba el expresidente Jaume Ortí, un fetiche para los aficionados del Valencia por los dos últimos títulos de Liga y una Copa de la UEFA cosechados bajo su mandato.

Fernando estuvo escoltado por el auditor de cuentas, Juan Manuel Romero, y el consultor financiero Javier Villalonga, primo de Juan Villalonga, que tuvo un fugaz paso por el Valencia en el 2008 y por el cual se le acusó de embolsarse seis millones de euros. “No percibió ni un solo euro”, defendió Javier Villalonga, hijo de Enrique Villalonga, directivo valencianista de la década de los cincuenta. Romero expuso la situación dramática de la economía del Valencia. “No podemos depender de que el Valencia entre en Champions, mientras perdemos masa social y no se generan ingresos atípicos”. Villalonga aseguró que lleva tiempo hablando con futuros inversores que están dispuestos a comprar las parcelas del viejo Mestalla.

La política deportiva del club no me parece la más acertada, las operaciones que han supuesto la marcha de Jordi Alba o Isco han sido un fiasco" Fernando

En los últimos partidos, Mestalla ha dictado sentencia. ¡Llorente vete ya! fue el canto unánime de la afición en los instantes finales del encuentro entre el Valencia y la Real, en que el conjunto donostiarra abochornó (2-5) al equipo de Mauricio Pellegrino el pasado dos de diciembre. La primera filípica que recibió Llorente desde que es presidente tuvo como consecuencia la destitución de Pellegrino. Dos jornadas después, de nuevo la afición de Mestalla volvía a pedir la cabeza de Llorente tras una nueva derrota ante el Rayo Vallecano (0-1) y ya con Ernesto Valverde en el banquillo. El presidente ya no tenía escudo tras el que serenar las críticas. Sin embargo, Fernando apuntó que esperaron a convocar a los medios bajo el lema “Sempre Valéncia. Ilusiónate de nuevo”, después de la victoria ante el Granada y la encarrilada eliminatoria de Copa ante Osasuna.

El Valencia ha vendido en los últimos años a sus principales figuras (Albiol, Villa, Silva, Mata, Isco y Jordi Alba), por los que recaudó cerca de 150 millones para equilibrar las cuentas y satisfacer así a Bankia, su principal acreedor con 225 millones. “La política deportiva del club no me parece la más acertada, las operaciones que han supuesto la marcha de Jordi Alba (traspasado al Barça el pasado verano por14 millones de euros) o Isco (El Málaga hizo valer la clausula de rescisión de seis millones dos temporadas atrás), ha sido un fiasco, hay que saber trabajar la cantera. Me parece preocupante la marcha de jugadores precoces, criados en el club”, explicó Fernando.

En junio del 2010, Llorente despidió a Fernando alegando “razones económicas”. Los 420.000 euros anuales del sueldo del director deportivo eran inasumibles, según el presidente del Valencia. Fernando se ofreció a rebajar su sueldo a la mitad, justo la indemnización que cobró por el año de contrato que faltaba. Llorente no claudicó y en estos momentos el valencianismo también ve desmesurado los 360.000 euros que cobra por ejercer de máximo mandatario. Fernando se ofrece a dirigir el Valencia de forma gratuita temporalmente. “No recibiré retribución alguna hasta que no se logre la estabilidad económica y se venden las parcelas, en un periodo no superior a año y medio. Si en el futuro se me asigna un sueldo será un 50% más bajo que el del señor Llorente”.

Sin la mayoría accionarial, para que Fernando pueda acceder a la presidencia es necesario que Llorente dimita y que la afición confíe en un nuevo consejo encabezado por el que fue jugador, director deportivo y consejero del Valencia. “Entiendo que sea un acto de fe para los aficionados el que nos apoyen. En tres años y medio Llorente no ha solucionado los problemas del Valencia”. Posteriormente, Fernando dio a conocer las formas despóticas de Llorente desde la poltrona. “Los consejeros pintan poco, yo no pintaba nada, todo lo decide Llorente en el Valencia. En el 2009 y en el 2011 se presentaron dos muy buenas ofertas por la compra de las parcelas de Mestalla de un mismo grupo inversor que Llorente no quiso ni escuchar”.

Fernando apeló al sentimiento de ser valencianista. “He estado como jugador del Valencia desde los 15 hasta los 32 años y soy socio desde hace 25. Me duele la situación actual del Valencia y me siento decepcionado porque nadie hace nada. Hace pocos días decidí dar el paso por responsabilidad”. La mayoría de preguntas de los periodistas asistentes iban dirigidas al aspecto económico. Hombre de fútbol, Fernando matizó “la preocupación es económica deportiva y social”. “Hemos perdido 11.000 abonados y se ha debilitado la plantilla”, entiende el exfutbolista, que sin embargo dijo que no se inmiscuiría en la parcela deportiva.