Sin frenos en 200 kilómetros

Contaba Joan Barreda, mientras se desprendía de parte del equipo con que se viste para salir a correr, sediento y tranquilo a pesar de todo, que cuando terminó la etapa no se lo podía creer. Había destrozado la rueda trasera apenas comenzada la especial. Rodaba por unas dunas cortadas y poco después llegaba un valle, en torno al kilómetro 40, cuando saltó y se partieron los radios que sujetaban el neumático de atrás. Le quedaban más de 200 kilómetros. “Intenté repararlo, pero no pude. Tuve que sacar el freno, porque con los radios como estaban daba muchos problemas, así que iba sin freno desde el kilómetro 40 y con la rueda de lado a lado. Es una lástima, aunque no estaba en mis planes, creo que hoy podría haber ganado la etapa; y ganar nunca viene mal”, declaraba.

No le sirvió de mucho a Barreda en esta ocasión contar con dos compañeros de equipo que, en teoría, deben asistirle en caso de accidente: “Pensaba que llegaría Fish, pero no nos hemos visto hasta el final de la especial, hasta entonces no me cambió la rueda. Y Gonçalves \[segundo en la etapa\] venía de muy atrás y no me ha alcanzado hasta los últimos kilómetros”. Tras un primer intento para arreglar aquellos radios, cuando perdió unos 10 minutos, decidió volver a salir, poco a poco. Y alcanzó sin demasiados inconvenientes el kilómetro 100: “Me encontré en una zona de fesh fesh [arena muy blanda en la que las ruedas se quedan fácilmente atrapadas] y la moto se quedó bloqueada”, dijo. Perdió otros 10 minutos intentando salir de allí. Entonces, unos kilómetros más adelante, le adelantaron Casteau y Despres y se enganchó a su rueda, ¡aunque seguía sin frenos!

Según explicó el de Torreblanca (Castellón), en esta tercera etapa perdió 15 minutos más de los previstos, esto es, 33m 2s. “Con todos los problemas que he tenido no está nada mal”, decía. Terminó 43º clasificado y ha perdido 20m 4s con Cyril Despres en la general. Aun así, opinaba Barreda, tuvo suerte. Completar aquellos 200 kilómetros con una rueda trasera incontrolable no es poca cosa. “Mañana puede ser un buen día para salir detrás. Creo que se podrá recuperar bastante tiempo”, confiaba, optimista. La etapa entre Nazca y Arequipa está prevista como una de las más duras de esta edición: arena peligrosa y dificultades para la navegación.

Despres, tercero en esta jornada que terminaba en Nazca, es el nuevo líder del Dakar, aunque dice que hasta el día de descanso nunca acostumbra a mirar la clasificación general: “Fue una sorpresa perdernos el domingo, y hoy era complicado; parece que no se puede prever dónde y cuándo vas a ganar o a perder tiempo. De casa nos han metido directamente en el desierto”. La etapa la ganó Chaleco López, encantado al sentirse de nuevo competitivo tras el terrible accidente sufrido en 2011: “Ganar etapas me deja muy contento. Vine aquí a pasármelo bien. Hace poco más de un año casi pierdo la vida, nunca pensé que volvería a la moto”.

Primera Etapa: Todos corren contra Cyril

Segunda etapa: “¡No entiendo nada!”