España alza la Copa Hopman

Fernando Verdasco y Anabel Medina ganaron el partido de dobles mixtos ante Novak Djokovic y Ana Ivanovic (6-4 y 7-5), por lo que consiguieron el segundo punto de la final que supuso el cuarto título de la Copa Hopman para el tenis español.

Verdasco y Medina consumaron así la remontada ante el cuadro serbio, que aspiraba a inaugurar su relación de éxitos en esta competición. Pero el dueto español estuvo más certero que unos rivales a los que no les bastaron la presencia en su equipo del número uno del mundo, Novak Djokovic. El tenista de Belgrado, sin embargo, estuvo en su papel. Logró el punto que le correspondía. El primero de la serie. Cumplió su papel de favorito ante el español y sumó el primer punto para su país (6-3 y 7-5). Djokovic sentenció con dos de sus mejores argumentos: su primer servicio (75 por ciento de efectividad), siempre en el umbral de los 200 kilómetros por hora, y su escaso margen para el error.

A pesar de la efectividad de Djokovic, la resistencia de Verdasco, el número 24 del ránking mundial, tardó en quedar reducida a cenizas. El cúmulo final de errores no forzados de Verdasco (en el global, 34 por 13 del serbio) y el bombardeo incesante de Djokovic con el saque sellaron el 7-5 final en poco más de una hora. Verdasco suma seis derrotas en las diez veces que se ha medido a Novak Djokovic.

Anabel Medina, sin embargo, enderezó el rumbo del tenis español. Logró una victoria sorprendente en tres sets frente a la serbia Ana Ivanovic. Medina se impuso por 6-4, 6-7 (3) y 6-2 después de 2 horas y 8 minutos de combate, de intercambio de golpes muchas veces al límite y a pesar de la intermitente indisposición de la jugadora serbia, que llegó a ingerir una píldora para mitigar sus molestias mediado el encuentro.

Pero la faena la redondeó el equipo español en el partido decisivo, en el encuentro de dobles mixtos, en el que Medina y Verdasco nunca dejaron a sus adversarios meterse en el partido (6-4 y 7-5). Tras apuntarse con solvencia el primer parcial, en el que Medina y Verdasco demostraron mejor condición física que sus rivales, especialmente Ana Ivanovic, mantuvieron el tipo en el segundo, en el que impidieron la reacción serbia.

Los españoles se aferraron a su saque, que resguardaron con cautela en el tramo final, y obtuvieron un break en el undécimo juego que fue decisivo. Supuso la consecución de la manga y el triunfo en el partido. El título en la mano. España logró su cuarta Copa Hopman. Recuperan la corona de la competición dos años después de la conquista de Tommy Robredo y María José Martínez, que ganaron a Gran Bretaña. Previamente, los hermanos Emilio y Arantxa Sánchez Vicario vencieron en 1989, y el propio Robredo y Arantxa Sánchez Vicario lo lograron en 2002.

España es el segundo país con más títulos. Solo superada por Estados Unidos, que acumula seis triunfos. Eslovaquia tiene tres.

Gasquet gana en Doha y Murray en Brisbane

El francés Richard Gasquet dio la vuelta a la ventaja adquirida por su rival, el ruso Nikolay Davydenko, y logró el título en el torneo de Doha, el primero de 2013, con un triunfo por 3-6, 7-6 (4) y 6-3. El jugador de Beziers, décimo del mundo, cosechó el octavo título de su carrera en la ATP al aprovechar las fisuras físicas de su rival, que empezó con fuerza y se situó a un juego del triunfo. Davydenko, finalista por tercer año consecutivo y ganador en 2010, verdugo, además, del primer favorito, el español David Ferrer, en semifinales, se apuntó con claridad el primer parcial y sacó para cerrar el partido. Pero perdió su saque y la situación se equilibró. Cedió la segunda manga en el desempate y no pudo evitar su decadencia en el tercero y definitivo, que aprovechó Gasquet para amarrar la victoria. Es la cuarta de Gasquet sobre Davydenko en seis enfrentamientos.

Mientras, el británico Andy Murray reeditó el triunfo en el torneo de Brisbane al imponerse en la final al búlgaro Grigor Dimitrov por 7-7 y 6-4, en 1 hora y 31 minutos de juego. Murray, que logró así el vigésimo quinto título de su carrera, se presenta en un excelente estado de forma para afrontar el Abierto de Australia.

Murray, de 25 años, dedicó la victoria a uno de sus mejores amigos, que padece una enfermedad y también dedicó palabras de elogio a su adversario. "Era su primer final y todo el mundo estará de acuerdo en que jugó un tenis muy emocionantel".