Contragolpe de libro

Comienza el Betis el año con los mismos y favorables síntomas que le tienen en puestos europeo, logrando por primera vez en su historia seis triunfos fuera de casa para un total de nueve salidas, disfrutando del momento de un jugador en plena forma como Rubén Castro, un delantero incombustible, generoso, rápido y eficaz, ideales para ese gran equipo que viene construyendo Pepe Mel. La segunda parte del Betis fue excelente, aunque le tocara sufrir frente a un Zaragoza que jamás se rindió, pero que no fue capaz de disipar los negativos números que registra en La Romareda. El juego al contragolpe del conjunto andaluz desarboló al equipo maño, que incluso pudo recibir más goles, aunque llegó vivo al tramo final gracias a un gran disparo de Montañés.

La pareja Castro-Molina se comió a una zaga endeble, donde también percutió una y otra vez otra Campbell, otro futbolista con hambre de gloria, como el propio Molina. Un delantero que asimila a la perfección su papel de revulsivo en las segundas partes, capaz de sobreponerse a un error monumental para después fabricarse todo un golazo. A lomos del infalible Rubén, de Campbell y de Molina cabalga este Betis que alcanza ya los 31 puntos y que se siente con fuerza para pelear, ahora sí, por algo más que la permanencia.

Para que llegara la victoria, el equipo andaluz se tuvo que sobreponer a un primer tiempo donde el Zaragoza le superó, hasta el punto de someter a su rival a un asedio del que escapó con dosis de fortuna y oficio. Momentos de incertidumbre para los béticos, con Beñat salvando goles bajo los palos o el lateral Chica achicando más de la cuenta. Capeó el temporal el Betis y, a la primera que tuvo, golpeó con fiereza y puntería ante el estupor del Zaragoza. Un saque rápido del meta Adrián, que se rehízo después de un nervioso inicio, llegó a Campbell, quien se inventó un magnífico pase al espacio hacia Rubén Castro. El canario se perfiló y acertó, aunque Roberto pudo hacer algo más. Sin merecerlo, el Betis se ponía por delante después de una primera mitad sin ritmo. El Zaragoza acusó mucho el golpe. Además, Mel, fue a por más, sacando a otro delantero, Molina, por el desacertado Nosa. Voló el Betis en un acertado ejercicio al contragolpe, destrozando a un Zaragoza muy endeble atrás. Se cansó de perdonar el equipo andaluz, lo que aprovechó Montañés de acertado disparo para poner algo de emoción en el tramo final. Resistió el Betis, disparado en la tabla, con el derecho adquirido de soñar con Europa.