España se pasea ante Chile

La selección española de balonmano evidenció que, a falta de una semana para el inicio del Mundial, no entiende de amistosos; solventó su debut en el Memorial Domingo Bárcenas con una contundente goleada (40-17) sobre Chile, que se estrelló con el sólido sistema defensivo del equipo español.

Ni la escasa identidad del rival, ni la intrascendencia del marcador, que ya estaba claramente decantado a favor del equipo español (8-1) a los diez minutos de juego. Nada aplacó la ambición de una selección española que, con el Mundial a la vuelta de la esquina, no entiende de partidos de preparación. Una ambición que, como ha ocurrido desde la llegada de Valero Rivero al banquillo, se sustenta en un asfixiante trabajo defensivo que puede convertirse en una auténtica pesadilla para los rivales.

Liderados por Viran Morros, elegido mejor defensor del pasado Europeo de Serbia, los jugadores españoles ofrecen en cada ataque rival un perfecta coreografía con constantes ayudas y salidas que hacen imposible cualquier camino hacia el gol. Y cuando surge el error, España cuenta con la seguridad que supone tener en la portería a dos guardametas como Arpad Sterbik, que hoy no necesitó jugar ni un minuto, y José Manuel Sierra, que evidenció en la primera mitad su capacidad de intimidación desde el punto de penalti. El cancerbero del París Saint Germain detuvo dos de los tres penaltis de los que dispuso Chile en el primer tiempo, en el que solo Rodrigo Salinas, el mejor de los sudamericanos, fue capaz de batir desde los siete metros a Sierra.

Una muestra de los numerosos problemas que tuvo Chile para superar el intenso 6-0 defensivo español, en el que hoy Rivera apostó de inicio en el centro de la zaga por la pareja formada por Viran Morros y Joan Cañellas, en lugar del habitual dupla Morros-Gedeón Guardiola. Fórmula que no mermó el rendimiento defensivo del equipo español, que mediada la primera parte tan sólo había concedido dos goles (12-2) y que, pese a todo, no dejó de trabajar y trabajar.

Trabajo que permitió a los españoles, bronce en el Mundial de Suecia 2011, aumentar su ventaja hasta alcanzar los quince tantos de diferencia (23-8) con los que se llegó a la conclusión del primer parcial. Ventaja que sí pareció adormecer a la selección española en el arranque de la segunda mitad, en el que, lastrada por las exclusiones de Víctor Tomás y Jorge Maqueda, encajó un parcial de 1-5 que permitió a Chile maquillar momentáneamente (24-15) el marcador.

Pero el conjunto español no está para concesiones y, de la mano de un excelente Sierra, volvió a subir su intensidad defensiva, lo que le permitió volver a tomar la iniciativa en un marcador que reflejaba un contundente (35-15) a diez minutos para el final. Tiempo que sirvió para comprobar la increíble capacidad de Gedeón Guardiola para culminar los contragolpes del equipo español, o la sutileza de Valero Rivera Folch, detalles, únicamente, ya que la diferencia entre ambos conjuntos impidió adivinar el auténtico nivel en ataque del equipo español. Algo que difícilmente se podrá comprobar el sábado, cuando España se mida (13:00) con la débil Japón, que cayó por 24-42 ante Brasil.