Vázquez hurga en el drama del Barça
La tenacidad de Unicaja castiga el gris papel de Lorbek y Navarro y una decisiva técnica a Tomic
Un tapón de Vázquez a Mickeal evitó la prórroga y un triplazo de Marcus Williams a tres segundos para el final acabó decidiendo (71-69) lo que solo seis segundos antes parecía haber decantado Jasikevicus con otro escalofriante triple (68-69).
El tenso final de partido pareció un tornado enloquecido, propio de una final de la Euroliga o de los playoffs. Pero lo que había en juego era las posibilidades de clasificación de ambos equipos para la Copa; con un agravante para el Barcelona, atribulado por la malísima imagen que dio el pasado jueves ante el Obradoiro, y sabedor de que si caía, como así fue, pasaba a sumar cuatro derrotas consecutivas (CSKA, Gran Canaria, Obradoiro y Unicaja) y a acentuar el peligro de quedarse por primera vez fuera de una fase final de la Copa. Eso, junto a la igualdad que presidió el partido y a varias decisiones arbitrales poco entendibles, propició el intenso drama que tuvo lugar en el Martín Carpena.
UNICAJA,71 - BARCELONA, 69
Unicaja: Calloway (0), Simon (9), Urtasun (8), Zoric (10), Vázquez (11) –equipo inicial-; Williams (15), Lima (2), Panko (9), Vidal (3), Perovic (2) y Dragic (2).
Barcelona Regal: Marcelinho (2), Navarro (13), Mickeal (10), Lorbek (6), Tomic (22) –equipo inicial-; Sada (0), Abrines (0), Jasikevicius (5), Todorovic (2), Wallace (4) e Ingles (5).
Parciales: 18-17, 13-20, 22-15 y 18-17.
Árbitros: Conde, Martínez Díez y Martínez Fernández. Eliminaron por faltas a Tomic (m.36).
Martín Carpena. 7.100 espectadores.
Xavi Pascual trató de acotar algunos de los males que aquejan a su equipo en las últimas semanas, como el mal balance de pérdidas y robos de balón, el mal porcentaje de acierto en los tiros libres y las lagunas defensivas. Privado del concurso de Jawai, lesionado, tiró de una defensa en zona que aplica en contadas ocasiones. Recuperó a Navarro, ausente ante el Obradoiro debido a unas molestias musculares. Pero fue Tomic el hombre sobre el que descanso mayormente el juego ofensivo del Barcelona.
Jasmin Repesa también trató de frenar el ataque del Barcelona con una defensa en zona. Los balones interiores y la mano de Tomic animaron el contador del Barcelona, que no abrió hueco porque careció de acierto en el tiro exterior. Lorbek no estuvo inspirado, Navarro no demostró la soltura de sus mejores partidos y Jasikevicus no acertó ni una hasta el importantísimo pero a la postre inútil triple a falta de nueve segundos para el final.
El Barcelona pagó la impericia de Wallace, que falló tres tiros libres en los momentos cruciales, y la pobre aportación, una vez más, de Ingles y de Abrines, al que le pesó el lastre emocional de ser pitado por la afición del equipo en que dio el salto a la elite.
El arbitraje acabó de desquiciar al Barcelona. Tomic, tras protestar la no señalización de una falta de Vázquez, fue castigado con una técnica que supuso su eliminación faltando tres minutos y medio para el final, en pleno fragor de la batalla, cuando más lo necesitaba su equipo. Y el equipo azulgrana también se quejó amargamente de que la última falta de Urtasun a Wallace no se castigara como antideportiva, ya que reclamaron que en el momento en que se produjo el balón todavía no estaba en juego.
El Unicaja, que durante algunos minutos del tercer cuarto estuvo a punto de perder pie, se recuperó sobre todo gracias a la aportación ofensiva de Panko y Marcus Williams, junto a Vázquez, los mejores de su equipo. El cuadro malagueño sobrevivió durante muchos minutos gracias al rebote ofensivo y a que, a fin de cuentas, perdió tres balones menos. Y tal como se puso el partido, cada posesión valía un imperio.
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