Estatutos a la medida de Rosell
A los candidatos a la presidencia del Barcelona se les exigirán diez años como socios, no dos como hasta ahora
Los nuevos estatutos del FC Barcelona contemplan cambios significativos, sobre todo para los aspirantes a la presidencia del club, y el proceso abierto hasta su aprobación puede reabrir un serio contencioso social. El portavoz de la junta directiva azulgrana,Toni Freixa, compareció ayer precisamente para dar cuenta de las decisiones adoptadas en la reunión del pasado viernes e informó de que el contenido de la carta magna modificada no se someterá a la aprobación de los socios compromisarios en la asamblea extraordinaria inicialmente prevista para el 24 de febrero próximo sino que se tramitará en la próxima asamblea ordinaria de socios compromisarios.
Algunos sectores del barcelonismo califican de sospechosa la decisión del consejo de vincular la noticia de la renovación de Messi, Puyol y Xavi con el anuncio de que se varía el proceso de aprobación de los nuevos estatutos. La junta argumenta que se trata de una cuestión de “tiempo”. “A partir de ahora recogemos el trabajo realizado y dedicaremos las horas necesarias para poder presentar la propuesta a los socios”, anunciaron fuentes del consejo. “Queremos dotar a las asambleas de contenido”.
Aunque la fecha en que el nuevo documento se presentará a los socios compromisarios todavía no está fijada, la asamblea ordinaria debe celebrarse en los cuatro meses siguientes al cierre del ejercicio, que expira el 30 de junio del año 2013.
Los juristas han declinado responsabilidades por entender que algunas correcciones son “inaceptables”
Algunos sectores críticos con la gestión de la actual junta, sobre todo por lo que respecta al incumplimiento del programa electoral y también a su proceder en el capítulo social, sostienen que la estrategia de la directiva de Rosell consiste en diluir la trascendencia de un texto que condiciona en gran medida la presentación de futuras candidaturas. Así, de acuerdo con el proyecto, los precandidatos a la presidencia deberían presentar un aval personal —previo al definitivo de la candidatura—, se establecerían vetos por edad y la antigüedad mínima sería por diez años. Hasta ahora, bastaba con acreditar dos años de antigüedad, el aval lo presentaba la candidatura que resultaba elegida en las urnas al acceder al cargo y no se estipulaba veto por edad
A la espera del redactado definitivo, algunos miembros de la comisión de reforma de los estatutos han expresado ya su malestar por el proceder de la directiva. El grupo de juristas entendía que contaba por encargo de la junta con la absoluta libertad para reformar la carta magna. Al final, sin embargo, ha recibido varias objeciones de la junta. Las tensiones han sido reiteradas en las últimas reuniones y los juristas han declinado responsabilidades por entender que algunas correcciones son “inaceptables” y se remiten al texto borrador inicial. El consejo, por su parte, entiende que es “soberano” para hacer las correcciones que estime oportunas.
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