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Thiago, el que faltaba

Ante el Benfica, el volante liderará a un Barça que aspira a encumbrar al goleador Messi

Thiago y Rafinha abrazan a Sergi Roberto, en un partido de 2011.
Thiago y Rafinha abrazan a Sergi Roberto, en un partido de 2011.a. dalmau (efe)

A Vilanova le cuesta un disgusto cada decisión que debe tomar a la hora de cantar la alineación desde que tiene más gente en el vestuario que en la enfermería porque, según resumió con su habitual pragmatismo: “No me caben todos”. Hoy, llama a la puerta de la titularidad uno que faltaba: Thiago Alcantara, que reapareció el 25 de noviembre ante el Levante y el sábado también tuvo unos minutos, recuperado de una rotura del ligamento colateral interno de la rodilla derecha. El retorno de Thiago remite a la máxima competitividad en una plantilla que si se quedó coja por las lesiones al inicio de curso, tiene ahora un fondo de armario tan grande que Villa, máximo goleador del último Mundial y mejor goleador de la historia de la selección, tiene problemas para coger sitio en el once titular.

“Ojalá siempre les tuviera a todos disponibles”, admite el entrenador del Barça, que ha dado descanso a medio equipo titular (Iniesta, Xavi, Mascherano, Pedro, Jordi Alba y Cesc) y ha citado a seis jugadores del filial, algunos que ya han debutado con el primer equipo (Tello, Deulofeu, Rafinha y Sergi Roberto) y otros dos que podrían hacerlo hoy (Planas y Sergi Gómez) para enfrentar al Benfica en un partido intrascendente para el Barcelona. “Juegue quien juegue, presentaremos un equipo competitivo. Nos verá mucha gente”, avisó Vilanova; “ganaremos o perderemos, pero no tengo ninguna duda de que lucharemos y que la actitud será buena”.

La cita con el Benfica en el Camp Nou recuerda al duelo del curso anterior ante el BATE Borisov, con Guardiola en el banquillo, la noche en que los hermanos Alcántara, Thiago y Rafinha, cumplieron el sueño de compartir alineación titular en el Barça. Su padre, Mazinho, campeón del mundo en EE UU 94 con Brasil, lo vio aquel día por televisión desde Vigo. Hoy estará en el campo. Un año después, los Alcántara pueden volver a coincidir en la formación y tienen motivos para sonreír. Diferentes en la cancha —el mayor es la excelencia y el menor se parece más al padre por recio—, Thiago, internacional con España, tendrá minutos después de la lesión y Rafinha, por su parte, acaba de ser convocado para el Campeonato Sudamericano sub-20 por Brasil, motivo por el que la noche del pasado lunes sus amigos le organizaron una cena sorpresa en Barcelona.

De fiesta en fiesta, el partido también tiene su gracia para el aficionado desde el momento en que dos goles de Messi convertirían en histórica la noche, simple trámite en lo deportivo. La Pulga tiene opciones de superar el récord que estableció Gerd Müller en 1972, con 85 goles en el Bayern de Múnich y la selección alemana. Messi lleva 84, pero aficionado como está a marcar de dos en dos este año, tampoco sería extraño que hoy superara al Torpedo. “Leo ya descansó el día de la Copa, siempre quiere jugar y cuando mejor se encuentra es en su hábitat natural: el de competir”, aseguró Vilanova. “Le hace ilusión jugar y para nosotros que esté en el campo es lo mejor porque lo disfrutamos y nos hace más fuertes”, añadió. “Las cosas pasan, no hay que forzar, porque si estamos pendientes del récord será más difícil. No hay que planteárselo como un objetivo”.

Vilanova da descanso a seis titulares y convoca a los dos hijos de Mazinho

El Benfica, sin embargo, no está para fiestas porque se juega la clasificación. Los portugueses están empatados a puntos con el Celtic —se enfrenta al Spartak de Moscú— y uno de los dos disputará los octavos de final de la Champions y el otro la Liga Europa. Messi, en cualquier caso, no quiere aplazar más tiempo el récord y los Alcántara le quieren ayudar.

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