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Sigue la fiesta del Málaga

El equipo de Pellegini, que reservó a sus jugadores más decisivos, iguala con el Anderlecht y ya aguarda rival en los octavos de final

Rafael Pineda
Duda es entrado por el defensa Guillet
Duda es entrado por el defensa Guilletjorge guerrero (AFP)

El Málaga no pudo poner el mejor broche a su gran fase de grupos ante el Anderlecht porque se le escapó en el último minuto una victoria que tuvo en la mano, pero que Mbokani evitó al definir a la red ante Kameni. Volaron dos puntos y con ellos medio millón de euros, pero no se esfumó la fiesta andaluza, puesto que el equipo ha superado la liguilla europea como primero de grupo. Fue, en cualquier caso, un duelo entretenido, de ritmo, donde la necesidad del equipo belga abrió muchos espacios al equipo andaluz. Lo aprovecharon a medias; el Anderlecht, con mucha garra, peleó hasta el final y empató. Pero el protagonista fue Duda, un veterano de 32 años que hizo dos goles estupendos y que se ganó una noche de gloria continental.

MÁLAGA, 2 – ANDERLECHT, 2

Málaga: Kameni; Sergio Sánchez, Onyewu, Weligton (Gámez, m. 53), Eliseu; Toulalan (Camacho, m. 16), Iturra; Seba, Buonanotte, Duda (Portillo, m. 79); y Santa Cruz. No utilizados: Caballero; Joaquín, Isco y Juanmi.

Anderlecht: Proto; Gillet, Kouyaté, Deschacht, Safari; Biglia, Kljestan, Praet (De Sutter, m. 71); Bruno, Mbokani y Jovanovic (Vargas, m. 80). No utilizados: Kaminski; Odoi, Wasilewski, Molins y Canesin.

Goles: 1-0. M. 44. Duda. 1-1. M. 50. Jovanovic. 2-1. M. 61. Duda. 2-2. M. 89. Mbokani.

Árbitro: Deniz Aytekin. Amonestó a Duda, Kljestan, Safari, Mbokani,

25.000 espectadores en La Rosaleda.

Superviviente de un Málaga mucho más humilde, en las antípodas del actual, el fútbol fue justo con Duda. Ahora, el equipo andaluz esperará rival en los octavos como líder de grupo, una oportunidad de seguir haciendo historia y, además, de continuar recaudando dinero.

Disciplinados y educados, no así como algunos de sus aficionados, que provocaron incidentes antes y durante el partido —se saldaron con cuatro detenidos y dos policías heridos—, los jugadores del Anderlecht apenas llegaron a entender la anulación, por inexistente fuera de juego, de un tanto del lateral zurdo Safari en el minuto 44. Sin tiempo para la protesta, el Málaga, que cambió el toque por la velocidad, se plantó en el área del Anderlecht, donde sus defensas se quebraban como juncos. Seba, veloz, aprovechó la subida del propio Safari para asistir a Duda, que la puso en la escuadra. En pocas ocasiones una jugada retrata de forma más fiel un partido, el jugado por Málaga y Anderlecht, con mucho ritmo, sin respiro.

Pellegrini dio descanso a varios de sus jugadores desequilibrantes y se obró una mutación inesperada. Sin el toque de Isco ni Joaquín, apareció la velocidad de los pequeños Seba y Buonanotte. Un nuevo Málaga, diseñado en esta ocasión para disfrutar del espacio y el contragolpe, aunque seriamente contrariado por la lesión de Toulalan. Son las cosas de la competición y de la mala suerte que persigue esta temporada al centrocampista francés, uno de los puntales del Málaga.

El protagonista fue el veterano Duda, que hizo dos goles y se cobró una noche de gloria

Mientras el Anderlecht, que cuenta con buenos elementos de la medular en adelante pero que es muy débil atrás, jugaba al compás de joven Praet, el conjunto de Pellegrini iba a lo suyo, a pillar la espalda de la zaga belga. Buonanotte, rápido y ágil, puso a prueba en dos ocasiones a Proto, mientras que Weligton, con todo a favor, envió el balón a las gradas. En el toma y daca, Kameni justificó su titularidad con un vuelo espléndido a remate a bocajarro de Mbokani. Luego fue Bruno el que puso a prueba al propio Kameni, que volvió a reaccionar muy bien.

Condenado por el triunfo del Zenit en Milan, el Anderlecht se la jugó. Decidido a buscar el triunfo, su defensa dio un pase adelante, vital para gestar un contragolpe donde Jovanovic definió con una enorme calidad. El primer gol en contra de la competición que se contempló en La Rosaleda. Enloquecido por la urgente necesidad del Anderlecht, el duelo iba a definirse en una especie de ruleta rusa, en la que lo mismo Jovanovic la enviaba al palo que una virguería de pase de Buonanotte era convertida en gol tras un gran control por Duda. Como siempre, una acción al espacio, al hueco, donde chirriaba la defensa belga, adelantadísima. Solo quedó tiempo para el último gol de Mbokani. Nada que estropeara la fiesta de Málaga.

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