Achuchón de Alonso a Vettel

La tensión que hay entre Fernando Alonso y Sebastian Vettel se hace sentir en el circuito de Interlagos, donde este domingo se medirán por última vez este curso en una batalla que coronará a uno de los dos como el tricampeón más joven de la historia de la fórmula 1. Con la inferioridad manifiesta de su Ferrari respecto al Red Bull de su rival, el español da por buena la desventaja de 13 puntos que le separan de él en la clasificación, aunque también es consciente de que, en condiciones normales, poco podría hacer para discutirle el título. De cualquier forma, el asturiano afronta este último asalto sin nada que perder. Y, después, de haber remado tanto a bordo de un monoplaza con unos costurones más que evidentes, jugará todas las bazas que tiene para tratar de descompensar la balanza a su favor tanto como pueda.

Vettel realizaba un adelantamiento a Alonso, que le aguantó en paralelo. El germano soltó la mano del volante, sacó el brazo del habitáculo y le recriminó la actitud

Tanto él como Stefano Domenicali, director de la Scuderia, habían marcado con una equis esta cita, y por eso llevan semanas admitiendo que su principal objetivo pasaba por llegar vivos a São Paulo. “De todas las pistas a las que debemos ir, creo que Interlagos es la que más nos favorece”, ha repetido el chico de Oviedo los últimos días. La primera jornada de entrenamientos oficiales parece haberle dado la razón, pues la diferencia que le separa del actual campeón es mucho menos de lo habitual. Lewis Hamilton fue el más rápido del día (1m 14s), justo por delante del corredor de Heppenheim, que a su vez aventajó en tres décimas a Alonso, el quinto. Esta supone una diferencia mucho menos de lo que es habitual entre ellos y abre la puerta a un posible cara a cara entre ellos, por más que la lluvia tenga todos los números de asumir un papel determinante, sobre todo con vistas a la carrera del domingo (17:00 horas. Antena 3 y TV3).

En los primeros compases del segundo entrenamiento, los dos principales protagonistas del fin de semana tuvieron el primer encontronazo. Vettel realizaba una maniobra de adelantamiento y Alonso le aguantó en paralelo. En uno de los gestos que más se le han visto este año, el germano soltó una mano del volante, sacó el brazo del habitáculo y lo zarandeó, recriminándole la actitud. En Brasil vale casi todo, desde los registros que marcan los cronómetros hasta las jugarretas para tratar de incomodar al oponente, y en ese juego psicológico hay pocos que se manejen tan bien como el piloto de Ferrari.