El Levante se exhibe en Europa

A tres días de recibir al Barça en la Liga, el Levante ha crecido tanto que se permite exhibirse en Europa sin ningún pudor para maltratar al limitadísimo Helsinborg, abandonado por un estadio casi vacío. “El éxito del año pasado es imposible repetirlo”, advirtió Juanfran en la pretemporada, pero se equivocó de lleno. El Levante no se baja de la nube. Y si en un principio solo pensaba en participar en la Liga Europa, sin pretensiones, ahora ya está clasificado para la siguiente fase. Se jugará el primer puesto del grupo con el Hannover, al que necesita ganar en el choque del 6 de diciembre en el Ciutat de València.

En este estado de serenidad colectiva, todos cuentan y puntúan en el equipo de JIM. Van encajando las piezas. Una de ellas, completamente inesperada: Rubén, el zurdito del filial con pinta de Mata, sirvió el excelente pase interior del primer gol desde la corona del área. Dejó solo a Ángel ante la portería. El delantero canario resolvió con un tiro colocado.

Los fichajes llegados en verano funcionan casi todos. Entre dos de ellos fabricaron el segundo tanto, un golazo para más señas: el caracoleo de Pedro Ríos, su centro templado al área y el poderoso cabezazo de Diop. Le costó en las primeras semanas, pero el mediocentro senegalés, de 26 años, forma ya una formidable pareja con Iborra. No es solo músculo, sino criterio para darle brillo al balón.

El festival, precisamente, lo cerró Iborra a 10 minutos del final. Un disparo mordido y cruzado tras una internada y un servicio atrás de Barkero por la izquierda. A los 24 años, el mediocentro valenciano se ha convertido en un valor cotizadísimo.

El gol de Sörum ya solo fue una anécdota. Así como la tarjeta amarilla provocada por Ballesteros, al retrasar el saque de una falta descaradamente, para llegar limpio a la siguiente fase. Hasta en eso, el Levante se comporta como los grandes.