HRT compra contra el tiempo
Pilotos y técnicos afrontan este gran premio sabiendo que el equipo echará el cierre si no encuentra comprador antes de fin de mes
El pasado lunes, la compañía de capital riesgo Thesan Capital emitió un comunicado tan letal como desconcertante, en el que anunció que estaba entablando conversaciones para vender HRT, en su poder desde el año pasado. La deuda que su anterior propietario, el constructor murciano José Ramón Carabante, había adquirido con el Banco Popular, llevó a la entidad a hacerse con el equipo y a cederlo a Thesan para que tratara de sanearlo y aumentar su valor, un objetivo que sin duda alguna no se ha alcanzado. Tras ser uno de los bancos que peor nota obtuvo en las últimas pruebas de estrés realizadas, al Popular no le ha quedado otra opción que desprenderse de varios de sus activos para tratar de sanear sus cuentas, y eso es lo que le ha conducido a intentar deshacerse de HRT. La noticia ha caído como una losa de una tonelada sobre los miembros de la estructura, que en el paddock del circuito de Austin no saben qué será de ellos a partir del próximo lunes 26, cuando el Mundial haya terminado.
Queremos que se sepa que estamos en el mercado, que estamos en el paro y buscando trabajo" Miembros de HRT
La sede de la escudería en la Caja Mágica (Madrid) que fue inaugurada en mayo, está prácticamente desmantelada, los teléfonos no tienen línea y ayer quedaban apenas ocho personas. A 32 de sus miembros se les ha dado vacaciones forzadas, a la espera de la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) puesto ya en marcha. Algunos de los ingenieros y técnicos de HRT que estos días están en Austin, aprovechan para ofrecerse a los demás talleres, mientras los gerifaltes de Thesan no han aparecido ni tampoco se les espera. “Queremos que se sepa que estamos en el mercado, que estamos en el paro y buscando trabajo”, coinciden la mayoría de los miembros de HRT que han viajado hasta EEUU. Aunque desde Thesan nadie confirma nada, los trabajadores tienen claro que el equipo se liquidará si no aparece un comprador antes de finales de mes.
“Desgraciadamente no tengo mucho que decir sobre este asunto, más allá de que se trata de una decisión empresarial”, reconoce Pedro de la Rosa, uno de los pilotos de la escudería española. “Todo lo que puedo decir es que estamos aquí para hacer nuestro trabajo, comprometidos al 100%, como siempre”, añade el catalán. Con vistas a este gran premio, la falta de algunos recambios ha provocado que los técnicos hayan tenido que hacer piruetas para que los dos monoplazas puedan saltar a la pista este viernes. A pesar de ello, De la Rosa recalca que nunca, en ningún caso, se subiría a un coche que pudiera poner en peligro su seguridad o la de cualquiera de sus compañeros de pista.
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