El Madrid juega a ciegas

Suele ocurrir después de las jornadas de la Premier. La escena se repite en las concentraciones, en las reuniones del equipo antes de los entrenamientos, en los hoteles o en los vestuarios. Cuando los jugadores del Madrid se reúnen con Mourinho, en el clima de distancia marcial que ha impuesto el portugués destaca la figura de Xabi Alonso rompiendo el protocolo. Dirigiéndose al mánager general en el tono propio de quien comparte un código esotérico intransferible, el vasco saca su tema favorito.

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Ningún español cultiva una complicidad con Mourinho como Xabi, su intérprete táctico

Los testigos aseguran que Xabi cultiva con el mánager una complicidad única y que los chascarrillos sobre la Liga inglesa forman parte de su etiqueta particular. No hay otro español mejor relacionado con Mourinho. No hay otro jugador capaz de interpretar y ejecutar las ideas del técnico como lo hace el medio centro. Su paso por el fútbol inglés, donde coincidieron como adversarios, les aproximó mutuamente hasta hoy. Pero mañana, ante el Zaragoza en el Bernabéu (20.00 horas, Canal + Liga y GolT), ni Xabi (sancionado) ni Khedira (lesionado) serán titulares. Esta doble ausencia solo tiene un precedente en Liga y es un precedente malo para el conjunto blanco.

El vasco se ha perdido solo seis partidos de Liga frente a los 27 del alemán

Parte de la eficacia del Madrid de Mourinho radica en el funcionamiento simple y en las alineaciones repetitivas. Salvo excepciones, el modelo ha girado alrededor de un medio centro doble. De un lado, Xabi Alonso, el organizador, y del otro Sami Khedira, su ayudante o, como diría Fernando Redondo, su rueda de auxilio. La importancia de la pareja se manifiesta en el historial de partidos dirigidos por el mánager portugués en la Liga. En dos años y medio, sus dos volantes favoritos se quedaron sin jugar un solo encuentro: el 30 de abril de 2011, contra el Zaragoza en el Bernabéu. El día que el Madrid perdió (2-3) y se despidió del título.

El Madrid recibe al Zaragoza con dos ausencias que, por casualidad, cierran una especie de círculo del destino: por segunda vez desde que Mourinho dirige al equipo, ni Xabi ni Khedira jugarán. Por segunda vez, la incomparecencia de la pareja coincide con el paso del Zaragoza. Por segunda vez, esta circunstancia se vincula a la necesidad de no perder más puntos para no perder la Liga.

“¿Vértigo? No”, respondió Mourinho cuando le preguntaron cómo haría para administrar la carencia que se le presentaba. “Me gustaría tener a Khedira y a Xabi pero no hay ningún problema. Tenemos plantilla para estas cosas. Ya estamos sin Marcelo y sin Fabio [Coentrão] desde hace mucho tiempo y la vida ha continuado. Tenemos otros jugadores. Jugaremos con ellos y confiamos en conseguir los puntos”.

La única vez que faltaron ambos el equipo perdió... ante el Zaragoza

La ocasión supone un desafío para el entrenador. Esta noche, ante uno de esos adversarios cada vez más debilitados por las penurias económicas, a Mourinho se le presenta la oportunidad de demostrar que su valor como gestor no depende necesariamente del valor de sus futbolistas. En 2011, con Khedira de baja por un golpe, resolvió dar descanso a Xabi reservándole para la vuelta de las semifinales de la Champions en el Camp Nou. En lugar de su doble pivote favorito alineó a Pepe, Granero y Canales. La rotación situó a la Liga en un segundo plano. Y la Liga fue para Barcelona.

Hoy Mourinho no elige. Khedira sufre una lesión grave y Xabi está sancionado. Traspasados Lass y Granero, y cedido Sahin, el mánager podrá disponer de Essien y Modric, sus últimas incorporaciones. La inversión que ha hecho el club por Modric, comprometiendo cerca de 40 millones de euros, tuvo como principal objetivo cubrir contingencias como esta.

Khedira ha permanecido 27 partidos sin disputar ni un minuto. Xabi ha faltado en seis. La estadística habla de la resistencia del vasco a las lesiones. También refleja la importancia que le atribuye el entrenador en el esquema de este Madrid.

El Madrid pagó 40 millones por Modric en previsión de estas contingencias

Xabi es el futbolista que mejor interpreta los tiempos en el vertiginoso equipo de Mourinho. Ninguno sabe ordenar mejor la línea de presión porque ninguno se comunica con más fluidez con los defensas y los atacantes. Ninguno sabe situarse con más criterio para cortar los avances del adversario ni elige mejor los momentos y los lugares para contragolpear o elaborar. A falta de Xabi el mediocampista que juegue podrá contar con el respaldo de Ramos para ordenar el juego. La recuperación de Arbeloa permitirá a Mourinho situar al sevillano en el eje de la defensa.

“La clave para ganar es jugar bien”, dijo ayer el mánager, repitiendo, como siempre sin dar nombres, uno de sus viejos estribillos contra la presunta impunidad arbitral del Barça. “Porque el Real Madrid, si no juega bien no gana. Hay otros equipos, con más suerte en algunos detalles, que ganan cuando el partido no sale bien. Nosotros tenemos que jugar bien. No está Xabi ni Khedira pero tenemos respuestas”.

Hasta ahora, sin Xabi el Madrid ha jugado a ciegas. Esta noche es el turno de Modric, otro que vino de la Premier.