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El Betis amplía su repertorio

El equipo andaluz, práctico y con oficio, vence a un Valencia que reaccionó tarde

Rafael Pineda
Salva recoge el balón tras su gol.
Salva recoge el balón tras su gol.CRISTINA QUICLER (AFP)

Un excepcional primer tiempo que sorprendió a un Valencia sin ritmo, más las necesarias dosis de oficio y fortuna en la prolongación, acabaron por convertirse en los pilares de un triunfo muy importante para el Betis. El equipo andaluz crece y crece, añade a sus tradicionales virtudes una desconocida solvencia defensiva y disfruta con un cuarto puesto momentáneo que premia el descaro y la evolución de su juego. Mejoró mucho el Valencia con la entrada de Banega en la segunda mitad, pero le falta entidad y velocidad. Es un equipo sin desborde y carece de bandas, virtudes básicas para romper a un equipo como el Betis, que supo meterse atrás para resolver el encuentro con un sentido práctico inexistente en los andaluces la pasada temporada. Mordió el Valencia porque tiene a futbolistas del hambre de Soldado, capaz de generar él solo ocasiones, aunque necesita juego e intensidad. Quizás por eso no puede sorprender que solo lleve un gol fuera de casa, el de Jonas en el Santiago Bernabéu.

BETIS, 1 – VALENCIA, 0

Betis: Adrián; Nelson, Paulao, Mario, Álex Martínez; Cañas, Salva Sevilla (Nono, m. 75), Nosa; Campbell (Jorge Molina, m. 67), Rubén Castro y Juan Carlos 8Nacho, m. 85). No utilizados: Casto;Perquis, Ángel y Pereira.

Valencia: Alves; Joao Pereira, Ricardo Costa, Rami, Cissokho; Albelda (Banega, m. 46), Gago, Tino Costa (Guardado, m. 84); Viera, Soldado y Bernat (Valdez, m. 63). No utilizados: Guaita; Barragán, Víctor Ruiz y Parejo.

Goles: 1-0. M. 8. Salva Sevilla.

Árbitro: Hernández Hernández. Amonestó a Joao Pereira, Viera, Ricardo Costa, Rami, Nono, Banega y Gago.

33.783 espectadores en el Benito Villamarín.

Perdió el Betis a Beñat, afectado por una gastroenteritis, y se encontró con Salva Sevilla, otro jugador que solo entiende el fútbol como modelo de asociación y creatividad. Presuntamente, el equipo andaluz había perdido a su faro, pero se rehízo con una respuesta modélica y solidaria en los tres hombres que se alinearon en el centro del campo. Cañas puso la garra, Nosa Igiebor la potencia en el desborde y Salva Sevilla la seda. La conjunción de estos elementos desarmó a un Valencia blando, aparentemente cansado y sin la intensidad necesaria para poner en apuros a un rival que semana a semana se hace más competitivo. Al Betis le ayudó en su crecimiento el gol de Salva Sevilla, a los ocho minutos, cuando un horrible despeje de Rami propició un remate franco del almeriense. No puso hacer nada Alves, como tampoco su equipo, superado por el mayor ritmo del equipo andaluz.

Pellegrino encontró el equilibrio en la Liga de Campeones con la inclusión de Albelda junto a Gago, pero al veterano centrocampista pareció pesarle el hecho de jugar dos partidos por semana. Superado por las oleadas del Betis, más fresco, más rápido y veloz, el Valencia lo pasó mal, con una lentitud exasperante en la creación del juego y una falta de creatividad alarmante. La clave del partido radicaba en el centro del campo, donde el trivote del Betis aplastaba al del Valencia. Soldado, perdido y rodeado de defensores béticos, reclamaba juego, pero se encontró con la incomunicación futbolística de sus compañeros, aturdidos, sin hilo.

El equipo de Pellegrino mostró una lentitud exasperante en la creación del juego y una falta de creatividad alarmante

Todo lo que no hicieron tres futbolistas en la primera mitad, Albelda, Gago y Tino Costa, lo resolvió Banega con su juego fácil. Pasó a dominar el Valencia, levantado por el argentino, con una capacidad natural para hacer fácil lo difícil. El Betis notó el cansancio de Salva Sevilla, un futbolista de tanta calidad como de frágil físico, y se replegó a la espera de cazar al Valencia al contragolpe. Surgieron entonces subalternos que hasta ese momento habían estado algo escondidos. Como el trabajo defensivo de los dos centrales, Paulao y Mario, así como su portero Adrián, una de las revelaciones de la temporada. Decisiva fue su intervención a falta de cuatro minutos. Soldado, con un desmarque estupendo, se quedó solo en el área con el balón botando. El meta del Betis sacó el cuero con una intervención felina. En ese despeje murieron las aspiraciones del Valencia. Sobrado de oficio, con el joven Nono sacando de quicio a futbolistas tan experimentados como Gago y Banega. Con un poco de defensa, un mucho de personalidad y toneladas de esfuerzo, el Betis culminó un triunfo que le coloca cuarto y dispara sus ilusiones de redondear una buena temporada.

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