El gol de Verónica Boquete está lejos de España

El gol más importante de su vida, como ella misma lo definió, no podía ser sencillo, tenía que verse envuelto en la superación que ha rodeado la carrera deportiva de Verónica Boquete (Santiago de Compostela, 1987). Lo marcó ayer la compostelana sobre el pitido final, el sonido que acababa con la prórroga de la repesca contra Escocia por una plaza para la Copa de Europa de Suecia 2013. El 3 – 2 que clasificaba a España para el segundo Europeo de su historia llegó de una delantera que aún se recriminaba haber fallado un penalti un par de minutos antes. Lo consiguió a la media vuelta Boquete, la futbolista española por la que se cambió la normativa gallega para hacer del fútbol un deporte mixto, la que ha jugado en las Ligas de Estados Unidos, Rusia y Suecia porque su talento va más allá de la limitada competición española.

El acierto tras el penalti le redimió de su fallo: “Me ha llegado el balón, lo he visto y he pensado que tenía que ir adentro. No encuentro palabras para ese momento, para explicar lo que significa para mí y para el equipo entrar en la Eurocopa así”. Ella, que en su paso por el Independence de Filadelfia fue nombrada el año pasado la mejor futbolista de la Liga más potente del mundo, la de Estados Unidos, no había conseguido llegar a una fase final con la selección.

No hay palabras para explicar lo que supone clasificar así Boquete, tras fallar un penalti y marcar luego el gol decisivo

La clasificación para Suecia se consiguió por la capacidad que muestra Boquete para reponerse. La gallega comenzó jugando en equipos regionales de su tierra como el Funeraria Apóstol y el Xuventú Aguiño. En 2005 debutó en Primera con el Prainsa Zaragoza, y tras tres años lo cambió por el Espanyol. En dos temporadas y 36 tantos llamó la atención del Buffalo Flash, un equipo de la Segunda estadounidense que la invitó a jugar el final de la temporada. Fue capaz de llegar de nuevas y conseguir de nueve tantos y 10 asistencias en los nueve partidos que disputó. La prueba en esa Liga que se disputa en seis meses se repitió al año siguiente, esta vez con el Chicago Red Stars. Y ya en 2011 debutaba con el Independence en la Primera estadounidense. De ahí pasó a Rusia y este año y con un contrato por dos años a Suecia, al Tyresö, segundo en la Liga más importante de Europa y que hace dos semanas perdía la Copa sueca.

Una travesía mundial para la considerada como mejor futbolista española. Que ha debido buscar fuera la repercusión de la que carece el deporte femenino nacional, el que reclaman los que en él se mueven. Ayer, en el partido más importante de la selección en 16 años, y siendo gratuita la entrada en Las Rozas, apenas varios centenares de personas animaron a La Roja. “Espero que le dediquemos más atención al fútbol femenino. He visto una evolución positiva en la sensibilidad social, pero sigue siendo un fútbol menor y no tiene la repercusión de otros”, expresó ayer el seleccionador, Ignacio Quereda, tras el encuentro. Le secundó la extrovertida Boquete, que ya iba camino de la ducha cuando volvió a ponerse delante del micrófono de la sala de prensa para hacer una petición: “Por favor, no dejéis mañana mismo de hablar de nosotras”.