El Borussia se tambalea ante la visita del Madrid

La ciudad deportiva del Madrid tiene un circuito cerrado de televisión. Desde el domingo pasado el único programa que han transmitido los televisores del vestuario, el gimnasio, el comedor y los despachos de Valdebebas es un vídeo del Borussia Dortmund, cuya edición corre a cargo del jefe de analistas de rivales José Morais. La emisión forma parte de la rutina del equipo antes de los partidos. Pero de la imagen a la realidad siempre hay un largo trecho. Sobre todo cuando el objeto de estudio es el Borussia, el vigente campeón alemán, al que el Madrid se enfrentará esta noche (20.45, Canal + Liga de Campeones) en el atronador Westfalenstadion para intentar dar un paso casi decisivo hacia la clasificación para octavos.

El Borussia subsiste castigado por una ola de lesiones que transformarán su forma de actuar. Imparable hasta hace un par de meses, el equipo alemán se ha rezagado en la Bundesliga y le cuesta ser fiel a su estilo cuando no juega Gundogan. Sin su dinámico medio centro, abundan las dificultades para hilar el primer pase. Cuando Hummels y Subotic, los centrales, se quedan sin referencia y juegan en largo, se condenan al desorden. Esa fue la historia del último derbi contra el Schalke. Ese puede ser el destino del partido contra el Madrid si Gundogan no consigue recuperarse de sus problemas físicos. Completamente descartado queda Blaszcykowski, el extremo derecha, y resulta dudosa la participación del impetuoso Schmelzer, un lateral izquierdo tan combativo que es capaz de infundir energía a sus compañeros, y de Götze, la estrella emergente del fútbol alemán.

La baja de dos o tres titulares afecta a cualquier equipo de Champions menos al Madrid. A pesar de que el mánager, José Mourinho, insistiera en la revista de la UEFA en que dispone de “una plantilla relativamente corta”, lo cierto es que en toda su historia el Madrid no ha tenido una lista de jugadores más variada y potente. Las bajas de Arbeloa, Marcelo y Coentrão no alterarán demasiado el funcionamiento del equipo.

La baja de dos o tres titulares afecta a cualquier equipo de Champions menos al Madrid.

Once años lleva el Madrid sin ganar un partido en Alemania. Cuando se lo recordaron, ayer en el campo, Mourinho descartó complejos e insinuó que las dificultades derivan de confrontarse con adversarios que entienden el fútbol de modo parecido. “Yo dirigí al Madrid en Alemania una vez [en abril contra el Bayern] y perdimos 2-1 porque el adversario era un buen equipo y no porque tuviésemos cualquier tipo de problema psicológico. Es difícil porque son buenos equipos y porque tienen visiones parecidas a las nuestras”.

Ángel di María, que regresa a la titularidad, ofreció una conferencia en Dortmund en la que lo más interesante que dijo fue lo que no quiso decir. Le preguntaron a Di María que a quién le daría el Balón de Oro. Hábil, el argentino replicó con una convicción desconocida en él, siempre tan tímido: “Yo en ese tema no me meto”. El argentino sabe que el Balón de Oro es peor que un tabú. Si nomina a Cristiano, enfada a Messi y a su país. Si nomina a Messi indigna a su agente, Jorge Mendes, que también es agente de Cristiano.