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Falcao contra el bipartidismo

El colombiano amplía su repertorio y sostiene al Atlético en lo más alto El Madrid suma 12 goles menos que en el pasado curso El Barcelona sufre en la defensa y ha encajado siete tantos más

Falcao celebra el gol de la victoria en Anoeta.
Falcao celebra el gol de la victoria en Anoeta.césar manso (AFP)

La intensidad de los centrales de la Real Sociedad (Mikel González e Íñigo Martínez) sirvió para secar a Falcao en el juego corrido, pero no en la estrategia. Como es un fondo lleno de tesoros, el delantero colombiano del Atlético extrajo en esta ocasión un disparo enroscado de falta por encima de la barrera que sorprendió a Zubikarai. Su noveno tanto. Necesarios todos ellos para que el Atlético siga sin perder el paso del Barça, hostigado por este rival inesperado. Campeón de Liga como jugador del Atlético en 1995- 1996, Diego Simeone está convencido de volver a intentarlo esta vez como entrenador. Una fe impregnada en sus jugadores, que exprimen los partidos hasta el último segundo. Y lo han ganado todo menos el empate en la primera jornada ante el Levante (1-1). Ante el bipartidismo previsto, el Atlético lanza un grito de revolución.

Como empachado por el éxito en la Liga pasada, el Madrid ha perdido cierta voracidad goleadora. Ha marcado 16 tantos en estas ocho jornadas, 12 menos que a estas alturas de la temporada pasada y seis menos que en la anterior, por recordar las dos con José Mourinho al frente. Y no es debido a que Cristiano haya dejado de competir como solía (suma nueve goles, tan solo uno menos que el curso anterior), sino a que el resto del equipo ha limado las garras ante el adversario. Ya no hace sangre. El sábado se limitó a un 2-0 ante el Celta y el muermo cundió por el Bernabéu a la espera de visitar el miércoles al Borussia de Dortmund en la pugna por el primer puesto de su grupo en la Champions. Es un choque de trenes. Desdibujado también en la Bundesliga, el conjunto alemán centra sus energías en Europa como evidenció en su exhibición ofensiva en Manchester ante el City (1-1). Lesionados Marcelo, Coentrão y Arbeloa, Mou cubrió ante el Celta el vacío del lateral izquierdo con el oficio de Essien, desplazó a Ramos al derecho y reforzó a Varane junto a Pepe en el centro de la zaga. Pero la prueba de fuego será en Alemania.

El Málaga es el conjunto menos batido en lo que va de campeonato

Cuando la gente se pregunta por qué Messi no es el mismo en la selección argentina que en el Barcelona, la respuesta la dio Cesc el sábado en Riazor (4-5). Los mejores pasadores del mundo (entre ellos, el propio Cesc, fabuloso con sus tres asistencias ante el Deportivo, junto a Xavi e Iniesta) al servicio del genio argentino. Es contradictorio el dominio incontestable del Barça en la tabla con la mayor vulnerabilidad de su portería: ha encajado 11 goles, siete más que el año pasado en la misma jornada. Ni Víctor Valdés ni su entramado defensivo anulan al rival como en otros tiempos. Lo compensan con una lluvia de goles a favor (24) similar a la del curso pasado (solo dos tantos menos) gracias sobre todo a la insaciabilidad de Messi: ya colecciona 11, uno más que en el ejercicio anterior. Mientras Tito Vilanova trata de resolver esa descompensación, el Barça recibe mañana, martes, al Celtic sin Busquets, sancionado, ni los lesionados Piqué y Puyol. La zaga, otra vez, en el alambre.

La sorpresa defensiva de la Liga es el Málaga. El que hace dos cursos fuera el conjunto más batido del campeonato presume ahora de ser el menos goleado con tan solo cinco tantos en contra. Su entrenador, Manuel Pellegrini, ha repetido la fórmula que bañó de oro durante cinco años al Villarreal: defenderse atacando a partir de la preeminencia del balón. Le dio una experiencia europea aprovechada ahora en un Málaga muy firme también en la Champions ante la visita a La Rosaleda el miércoles de un histórico en horas bajas, el Milan, recluido en Milanello por su directivo Adriano Galliani, tras perder en Roma ante el Lazio (3-2) y una deriva de cinco derrotas en ocho encuentros.

El Valencia dio el sábado un respiro a su entrenador, Mauricio Pellegrino, salvado en la remontada final ante el Athletic (3-2) cuando ya Mestalla mostraba el pulgar hacia abajo. El regreso de Banega, ocho meses después de haberse roto la tibia y el peroné, y el postrer gol de Valdez permiten al técnico argentino enfrentarse con más optimismo al BATE Borisov mañana en Minsk.

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