Kaká no dura ni 46 minutos
Mourinho hizo jugar al mediapunta ante el Celta porque Brasil le convocó, no por entrar en sus planes
En el código consuetudinario de los profesionales del fútbol, una sustitución en el minuto 45 por motivos técnicos equivale a una falta grave. El jugador que no sale del vestuario tras el descanso corre el riesgo de sentirse un condenado por inútil o un malquerido. En el del Madrid nadie conoce mejor este regusto amargo que el balón de oro de 2007, Ricardo Kaká.
Kaká experimentó el sábado, ante el Celta, su tercera sustitución en el minuto 45 por motivos técnicos en su tercer partido consecutivo como titular en la Liga. Las tres últimas veces que el brasileño ha sido titular en el campeonato, contra el Atlético, el Granada y el Celta, ha sido reemplazado en el descanso. El sábado, la decisión del mánager del Madrid, José Mourinho, interrumpió la semana más feliz del futbolista en años. Había vuelto a jugar con Brasil por primera vez desde 2010, había metido dos goles y había brindado tres asistencias en dos partidos amistosos y se había consolidado como el referente moral de la selección que se prepara para celebrar el Mundial de 2014 como anfitriona. Se había sentido importante. Hasta que en el minuto 45, con el 1-0 ante el Celta, se percató de que la fiesta había terminado. Mourinho, que había apostado por él en una alineación con tres mediapuntas, inédita desde que dirige al Madrid, optó por interrumpir el experimento a mitad de camino para mandarlo a la ducha. A los empleados que trabajan en la ciudad deportiva de Valdebebas la medida no les sorprendió.
Kaká experimentó el sábado su tercera sustitución en el minuto 45 por motivos técnicos
En España, la última convocatoria de Kaká por Brasil se conoció en la madrugada del 28 de septiembre. Dicen en Valdebebas que Mourinho llegó al trabajo sobre las ocho, según su costumbre, y que recorrió los pasillos nervioso, preguntando a la gente si de verdad Kaká estaba en la lista del seleccionador, Mano Menezes. Consultando Internet en busca de la confirmación, perplejo, se planteaba: “¿Cómo puede ser que convoquen a un jugador si no está jugando?”.
Para Mourinho, que Menezes contara con Kaká fue una sorpresa no demasiado agradable. Aseguran en el entorno del técnico que, desde el momento en que lo supo, resolvió sacar al mediapunta de la marginación para darle minutos en partidos oficiales. Explican fuentes del Madrid que el mánager comprendió enseguida que Kaká brillaría en los amistosos contra Irak y Japón extendiendo sobre él una pregunta inevitable: ¿por qué postergaba a Kaká? Por razones de credibilidad y también por política de comunicación, no le convenía que Kaká brillara con Brasil sin antes haber disputado un solo minuto con el Madrid. Las palabras públicas de Menezes pesaron como lo que son, el mensaje suspicaz de la Confederación Brasileña de Fútbol, una de las instituciones más influyentes de la industria: “Si Mourinho no cuenta con Kaká, es problema suyo”.
Para Mourinho, que Menezes contara con Kaká fue una sorpresa no demasiado agradable
Así, a los tres días de la llamada de Brasil, el entrenador abrió la celda. Kaká jugó contra el Deportivo su primer partido en la Liga. A la semana siguiente debutó en la Champions como titular ante el Ajax y disputó unos minutos del clásico. Finalmente, como había previsto Mourinho, destacó contra Irak y Japón.
Menezes nunca quiso contar con Kaká hasta que se dio cuenta de que quizá no estaba tan mal como daba a entender su escaso protagonismo en el Madrid. Mourinho tampoco quiso dar minutos a Kaká y no lo habría hecho tal como lo hizo de no haber sido por la llamada de Menezes.
Con estos precedentes, resulta comprensible que Kaká no dure ni 46 minutos.
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