“Tenemos un problema estructural”

“Tenemos un problema estructural”, reconoció ayer el presidente del Valencia, Manuel Llorente, cuando radiografió pormenorizadamente la situación económica del club de Mestalla: el Valencia, que prevé un superávit de 1,7 millones en la presente campaña, necesita imperiosamente volver a entrar en la próxima Champions para seguir generando beneficios. En caso contrario entraría en pérdidas: “Unos 17 o 18 millones”. Sería un retorno a la época anterior a Llorente, en la campaña 2008-09, cuando la sociedad presentaba un déficit de 70 millones. Actualmente, el equipo de Mauricio Pellegrino es 14º: ocho puntos en siete partidos. Las cuentas serán presentadas en la junta de accionistas del 9 de noviembre.

En un sinfín de frentes abiertos, la prioridad para Llorente es ampliar el préstamo de 225 millones de Bankia que vence el 27 de diciembre y que tiene hipotecado el viejo campo de Mestalla. Están negociando el plazo (lo más largo posible) y el tipo de interés. “No va a haber ningún problema. La intención de Bankia es seguir colaborando con el Valencia. Bankia prefiere que se lo deba el Valencia y no cuatro constructoras”, expuso el dirigente.

Para la próxima campaña estudiaremos una bajada sustancial de los abonos”

La deuda del club, que paga 14 millones anuales de intereses a Bankia, es de 370 millones, según admitió Llorente, y llegó a ser de 550 cuando Juan Soler presidió la entidad, entre 2004 y 2008. Llorente aseguró que el patrimonio del Valencia ha crecido en 50 millones hasta alcanzar los 225 después de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) aprobado por el Consell en julio pasado (recalificación de los terrenos de Paterna y mayor edificabilidad en el viejo y en el futuro estadio) para facilitar el acuerdo finalmente frustrado con Newcoval, la sociedad formada por Bankia y por el grupo Aedifica, que pretendía comprar el viejo Mestalla y financiar el nuevo.

La obra ejecutada del campo nuevo, en la Avenida de las Cortes Valencianas, es de 164 millones, de los cuales están pagados 142. Para completar el estadio, el club necesita otros 150 millones. A la Unión Temporal de Empresas (UTE), formada por Bertolín y Fomento de Construcciones y Contratas, le debe 21 millones. El mantenimiento mensual del nuevo estadio es de 40.000 euros después de haber abonado ya 1,3 millones en los anclajes. “El Valencia, que ingresa 107 millones anuales sin venta de jugadores, no puede ampliar deuda para pagar el campo nuevo”, afirmó Llorente.

El deterioro de la plantilla en los últimos años es una consecuencia natural del elevado número de intereses desembolsado por el club. “Cuando un jugador llega gratis a un club es por algo”, insinuó el presidente sin citar a nadie, pero a alguno le vino en mente Guardado, el extremo izquierdo mexicano llegado libre del Deportivo en verano pasado. “En el fútbol sale más dinero del que entra. Si tienes dos pesetas, las gastas enseguida. Por Manuel Fernandes el Valencia pagó 18 millones; por João Pereira, tres”, continuó. El salario de los jugadores también ha disminuido con los años. “Antes ganaban 1,7 millones netos; ahora 1,5 brutos”. El gasto de la plantilla, por cierto, ha aumentado en tres millones por la subida del impuesto del IRPF.

El club paga 40.000 euros mensuales de mantenimiento del nuevo estadio

A Llorente le preocupa la caída de la masa social en los últimos tiempos: de 38.000 del año pasado a 35.000 del actual. “No hemos bajado sustancialmente los precios, pero lo estudiaremos para la próxima temporada”, reconoció. El Levante sí lo ha hecho y ha incrementado sus abonados hasta 16.000. “Algunos clubes han bajado su número de socios hasta un 50% debido a la crisis”, añadió Llorente, molesto con que “algunos clubes que no pagan [en alusión al Atlético de Madrid] estén por encima [en la clasificación]” . El Valencia debe seis millones a Hacienda.

Por últimos, el Valencia no puede “mirar hacia otro lado” en la deuda de su Fundación con Bankia: 75 millones más otros cinco de intereses que vencen en noviembre y que la institución solicitó para abordar la ampliación de capital de 90 millones. El Valencia, sin embargo no sabe cómo facilitar ese pago puesto que legalmente no puede ayudar a su Fundación. Por lo que esta quedará en manos de su avalista, el Instituto Valenciano de la Financiación (IVF).