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Giroud amarga la fiesta

Un gol del delantero del Arsenal en el tiempo de descuento desfigura el partido de España, que no supo cerrar el partido

Fue en el tiempo añadido, pero pudo ser antes. Una pérdida ingenua en una zona caliente que provocó un remate de cabeza. Lo consiguió Giroud tras aprovechar un estrepitoso fallo de Juanfran. Un jarro de agua fría cuando ya se celebraba la victoria. Encontró su premio Francia con el gol del empate cuando decidió lanzarse a por él y cuando se lo entregó España. La cara de los futbolistas españoles al final del encuentro demostraba lo sucedido. Un contraste mayúsculo con la de su rival, son las dos visiones de un empate.

Y eso que el conjunto de Vicente del Bosque decidió asomarse al partido a través del pasillo izquierdo. No es que el ataque se focalizase constantemente en la banda de Jordi Alba, pero la velocidad del lateral sirvió para arrastrar toda la línea defensiva francesa. De ahí en adelante se produjo el baile de movimientos. Desde los de Cesc, hasta los de Iniesta, en la otra zona del ataque, porque es así como sorprende España. Francia trataba de marcar la zona. Hubo un par de entradas que demostraron que los galos comprendían que la única posibilidad de parar el tráfico es a golpe de semáforo. En cierta manera llegó a condicionar el funcionamiento de La Roja, pero los recursos del cuadro de Del Bosque son inagotables. Sin embargo, una de las fuentes de inspiración más recurrentes cayó antes de tiempo. Silva tuvo que abandonar el partido cuando apenas se había cumplido el minuto diez de la primera mitad. Su lugar lo ocupó Cazorla, uno de esos lujos con los que cuenta el salmantino en la recámara.

ESPAÑA, 1 - FRANCIA, 1

España: Casillas; Arbeloa (Juanfran, m. 50), Ramos, Busquets, Jordi Alba; Xabi Alonso, Xavi, Iniesta (Fernando Torres, m. 74); Silva (Cazorla, m. 12), Pedro y Cesc. No utilizados: Reina, Valdés, Monreal, Javi Martínez, Albiol, Jesús Navas, Beñat, Soldado y Villa.

Francia: Lloris; Debuchy, Koscielny, Sakh, Evra; Matuidi, Gonalons (Valbuena, m. 56); Cabaye; Ménez (Sissoko, m. 67), Ribery y Benzema (Giroud, m. 87). No utilizados: Mandanda, Landreau, Rami, Clichy, Jallet, Capoue y Gomis.

Gol: 1-0. 24. Ramos. 1-1. M. 93. Giroud.

Árbitro: Felix Brych. Amonestó a Koscielny.

Vicente Calderón, unos 50.000 espectadores.

El planteamiento de Deschamps se asemejaba al de su rival, salvo por la diferencia manifiesta en la capacidad de su equipo salida al balón sin que eso suponga la intervención de los mismos jugadores. Con Ribéry en la banda, y Benzema aislado en ataque, la transición francesa partía con dificultad. No importó que numéricamente los bleus igualasen el centro del campo retrasando a Ménez, la superioridad de España poco tiene que ver con el número. Es una cuestión de productividad. Por eso, cuando Francia trató de cerrar su pasillo central, Jordi Alba y Pedro volvieron a las esquinas del rectángulo. Por ahí se sintió de nuevo débil Francia y se catapultó el ritmo del partido.

Aun así, el gol llegaría en una jugada a balón parado. Sergio Ramos remataba de cabeza un saque de esquina que rebotaba en el poste, y el rechazo regresaba al de Camas que, lamentándose aun por el primer remate, remachaba a la red el balón. Un recurso para salir de un atolladero preventivo. Pudo enquistarse el encuentro si el tanto de Ménez de cabeza tras aprovechar una buena dejada de Benzema tras un saque de falta. Asomó el colmillo Francia y reaccionó España con una internada de Pedro que terminó con el derribo de Koscielny dentro del área de Lloris. El penalti fue para Cesc, una suerte en la que ha resaltado el medio del Barça, que esta vez le giró la cara. El meta francés adivinó el lanzamiento con una buena estirada.

A partir de ahí se produjo un vuelco en el tempo del partido. Francia se agarró a los guantes de su portero para lanzarse hacia el ataque. Sin la tensión de mantener amarrado el centro del campo los galos empezaron a correr. Dos zarpazos de Ribéry bastaron para dar cuenta de que el marcador no era un compartimiento estanco y que la artillería gala tiene más de una muesca en su haber. Trató de recuperar el control del balón España, consciente de que solo así apaciguaría la situación, y de nuevo Ramos tras otro saque de esquina puedo aliviar el agobio. No fue así y terminó pagándolo.

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