Un líder que no asoma
Alonso comanda la clasificación del Mundial a pesar de no haber rodado en cabeza una sola vuelta en los últimos cuatro grandes premios desde que ganó en Alemania en julio
En unas pocas semanas, el discurso de Ferrari y especialmente el de Fernando Alonso ha dado un giro de 180 grados. Nada más llegar a Singapur, la última cita del Mundial de F-1 disputada hasta ahora, el español aseguró estar listo para atacar en el tercio final del campeonato, porque confiaba ciegamente en que el arsenal de mejoras que los ingenieros habían preparado para revitalizar su prototipo iba a encajar divinamente. A lo largo de aquel fin de semana, La Scuderia se dio cuenta de que las piezas no aumentaban el rendimiento del monoplaza. Luca Cordero di Montezemolo, presidente de la compañía, reconocía que los datos que venía ofreciendo el túnel de viento del equipo no eran fiables, un problema heredado ya de la temporada pasada y que en Maranello consideraban resuelto. Este contratiempo ayuda a explicar el frenazo del F2012 en las últimas carreras, pese a que Alonso siga al frente de la tabla con 29 puntos sobre Vettel.
Hay números que pueden arrojar luz a tanto desbarajuste. Hasta el Gran Premio de Alemania (22 de julio), décima cita del curso y última victoria del asturiano hasta la fecha, el bólido rojo le dio para circular en cabeza durante 214 vueltas, más de las que completó la pareja de Red Bull (173) y la de McLaren (103). Desde entonces, Alonso no ha vuelto a asomar la cabeza, mientras que la estructura británica ha colocado a uno de sus corredores al comando del pelotón en 175 giros (128 de ellos, con Hamilton) y Red Bull en 37, todos ellos de la mano de Vettel. Por lo demás, el chico de Oviedo ha acumulado en estos últimos cuatro grandes premios 40 puntos, menos que el alemán (55), que Raikkonen (51) y que Hamilton (50), sus más inmediatos perseguidores. Con un balance tan apurado como este parece normal que el líder llegue a considerar “un milagro” ganar el título.
El piloto español considera "un milagro" conseguir el título
“Si no puedes mejorar tu coche, no puedes luchar por el campeonato porque no puedes confiar en los problemas que puedan tener los demás”, convino ayer Stefano Domenicali, director de la división de F-1 de Ferrari. “En esta segunda parte de la temporada, nos dimos cuenta de que muchos de los elementos que desplazábamos a los circuitos no funcionaban cuando los incorporábamos en el coche. Investigamos y llegamos a la conclusión de que nuestra herramienta no está a la altura de las posibilidades que ofrece el mercado en estos momentos”, desgranó el italiano. “De ahora en adelante, nuestro plan es trabajar al máximo y llevar evoluciones a cada circuito, pero eso no es fácil”, vaticinó Domenicali. Como le ha ocurrido a Alonso, él también ha tenido que rebajar un pelín sus pretensiones. A la fuerza.
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