Puyol deja al Barça sin defensa
La recuperación de Piqué es la principal alternativa para recibir el domingo al Madrid
Puyol estará de baja ocho semanas por la luxación del codo izquierdo que sufrió el martes pasado en el estadio Da Luz. El central del Barça, que nada más ser evacuado del campo fue ingresado en el hospital Luisadas, de Lisboa, para que le fuera reducida la luxación, regresó con la expedición azulgrana y pasó la noche en otro hospital de Barcelona. Una vez sometido a diferentes pruebas médicas, se acordó que seguirá un tratamiento conservador y se descartó, por tanto, la intervención quirúrgica.
“¡Buenos días! Siempre vuelve a salir el sol. Gracias a todos por vuestros mensajes. Un abrazo”, se leía ayer en la cuenta de Puyol en Twitter. El zaguero se lesionó en el minuto 76 del encuentro contra el Benfica, cuando acudió a rematar un córner y se desplomó sobre su codo. La imagen fue desgarradora y muchos de sus compañeros y rivales quedaron compungidos mientras los aficionados le ovacionaron al ser retirado de la cancha.
El capitán azulgrana estará ocho semanas de baja a causa de una luxación de codo
Alrededor de la jugada, sin embargo, se generó un largo debate por la actitud del capitán del Barcelona. La mayoría coincidía en elogiar su combatividad mientras que también se contaban los que le reprobaban su arrojo por el momento y las circunstancias en que se produjo: su equipo ganaba por 0-2 y el próximo domingo recibe al Madrid, presumiblemente sin los centrales titulares.
Ya se sabe, en cualquier caso, que Puyol siempre se expone. Jamás administra su energía y esfuerzo. Es la exageración del defensor. Acude a cada balón como si fuera el último, disputa todas las acciones y, aun jugando al límite, siempre se porta noblemente. No hace distinciones y se expone continuamente a las lesiones por su manera de jugar de la misma manera que sus recuperaciones son habitualmente prodigiosas.
Ya suma tres lesiones en la presente temporada después de sufrir una fractura en el pómulo derecho y un estiramiento muscular en la rodilla izquierda. Y la temporada pasada fueron cuatro las que acumuló, la última en mayo en el derbi contra el Espanyol. Entonces tuvo que ser sometido a una artroscopia en la rodilla derecha que le impidió jugar la final de la Copa del Rey y disputar la Eurocopa cuando está a punto de ser centenario como internacional. “Ahora no te puedes ir”, le dijo el seleccionador, Vicente del Bosque, tras ganar España el Mundial de Sudáfrica 2010; “tienes que llegar a los 100 partidos”. Tampoco salió ileso del curso 2010-2011, cuando tuvo que ser operado de una tendinopatía en la rodilla izquierda.
A sus 34 años, Puyol es una pieza capital del Barça, tanto en la cancha como en el vestuario, por su condición de capitán y de central internacional. El equipo ya agradeció especialmente su reaparición en el partido del martes en Lisboa. Su baja es especialmente preocupante con vistas al partido contra el Madrid. El ataque del equipo de José Mourinho es muy poderoso, máxime frente a las limitaciones azulgrana. Ausente Puyol, Piqué intentará forzar su recuperación. La alternativa de Bartra y también la de Fontàs están prácticamente descartadas y el rendimiento de la pareja Song-Mascherano, dos pivotes reconvertidos en centrales, no siempre ha funcionado. Ambos precisan de un central natural como Puyol, Piqué o el también ausente Abidal.
A la vulnerabilidad defensiva ha contribuido la capacidad ofensiva de los laterales, Alves y Alba, que profundizan más que cierran con los centrales. Tito Vilanova despejará la duda de Piqué a partir del entrenamiento de mañana. El central parece dispuesto a infiltrarse para jugar ante el Madrid.
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