Bielsa convoca a Llorente

Un día después de la áspera batalla, los protagonistas del incidente del pulsómetro bajaron sus revoluciones y se dieron una tregua. Fernando Llorente, que ayer fue expulsado con cajas destempladas del entrenamiento del Athletic por Marcelo Bielsa, el entrenador, fue admitido a la sesión de hoy y, además, ha entrado en la convocatoria para el próximo encuentro del equipo. Los rojiblancos disputan su segundo partido de la fase de grupos de la Liga Europa ante el Sparta el próximo jueves, en Praga. Llorente estará allí.

El delantero se ha entrenado con normalidad, y eso que todas las miradas estaban puestas en él. Ni siquiera ha sido posible saber si Bielsa lo tiene en su cabeza como titular o como suplente el próximo jueves, porque el técnico ha dividido a la plantilla entre los jugadores ofensivos y los de corte defensivo. De momento, se sabe que viajará con el equipo esta tarde, y eso no era seguro después del rifirrafe a cuenta de un detalle, el del pulsómetro, que podría parecer menor.

Llorente y Bielsa se enzarzaron ayer en un incidente que hizo temer a muchos que la relación, estropeada por el intento del delantero por salir del club este verano, ya no tenía arreglo. El riojano, reserva el sábado en el choque ante la Real Sociedad, entrenaba con los suplentes (algo por otro lado impensable hace unos meses). Se quitó el pulsómetro. Bielsa le preguntó por qué Llorente masculló una respuesta, no se sabe cuál. Bielsa lo echó. Y Llorente se fue, acompañando su retirada con una mueca o una sonrisa rabiosa. El episodio tuvo ayer en vilo a la afición del Athletic, que este verano ya ha soportado la partida de un futbolista de referencia para el armazón del equipo, Javi Martínez (traspasado al Bayern de Múnich por 40 millones de euros) y un culebrón a cuenta de la no renovación de Llorente que ha acabado con los huesos del delantero en el banquillo. Llorente, la gran estrella del equipo, ha quedado relegado en la jerarquía del equipo al papel de revulsivo o, como en el partido ante la Real, a tercer cambio. Esa situación incomoda al jugador y, al parecer, también a Bielsa.

Ayer todo estuvo a punto de saltar por los aires. Se respiraba el aire húmedo y cargado que precede a la tormenta. No hubo chaparón pero los nubarrones siguen ahí. El siguiente capítulo, el jueves, en Praga, adonde el Athletic llega con cierta presión después de haber empatado en San Mamés ante el Hapoel Kiryat en la primera jornada de la Liga Europa, y de caer a puestos de descenso en Liga, después de la victoria del Getafe ante el Mallorca ayer (1-0).