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Toño amarga al Celta

El Granada toma aire gracias a la actuación de su portero y la ineficacia de los gallegos, que desperdiciaron muchas ocasiones

Rafael Pineda
Toño, rodeado de jugadores
Toño, rodeado de jugadoresMiguel Ángel Molina (EFE)

Toño ya lo anunció en el Camp Nou, con una actuación portentosa. La repitió ante el Celta, al que amargó una mañana de fútbol que se saldó con el primer triunfo del Granada. Mitad por las paradas de Toño y también por la ineficacia del conjunto gallego, que mereció más, como mínimo el empate, pero que no supo traducir su buen juego en goles, que es al final de lo que se trata.

Toño sostuvo a su equipo, un flan casi todo el partido, solo competitivo en un primer cuarto de hora fantástico, en el que hizo dos goles. Al Celta le queda el consuelo de su buen fútbol y de su valentía, aunque en esta ocasión el coreano Park no anduvo fino. Sus dos claras ocasiones para lograr el empate en los últimos cinco minutos definen bien el partido: mucho Toño y poco acierto. El Granada alimenta su zurrón y, con seguridad, mejorará con el estómago lleno. Las victorias dan serenidad, algo que necesitaba ya un entorno muy exigente con su técnico, José Antonio Anquela.

GRANADA, 2 - CELTA, 1

Granada: Toño; Nyom, Íñigo López, Borja Gómez, Siqueira; Mikel Rico, Iriney; Torje (Juanma Ortiz, m. 60), Brahimi, Orellana (Angulo, m. 66) y El Arabi (Diakhaté, m. 90). No utilizados: Roberto; Mainz, Jaime Romero y Machis.

Celta: Varas; Hugo Mallo, Túñez, Cabral, Bellvis (Lago, m. 76); Augusto (Toni, m. 60), Oubiña, Natxo Insa (Álex López, m. 60), Krohn-Dehli; Iago Aspas y Park. No utilizados: Sergio; Vila, Bustos y Mario Bermejo.

Goles: 1-0. M. 11. Siqueira, de penalti. 2-0. M. 17. Torje. 2-1. M. 19. Iago Aspas.

Árbitro: Velasco Carballo. Amonestó a Augusto, Torje, Natxo Insa, Íñigo López, Iriney, Túñez,

Unos 20.000 espectadores en Los Cármenes

Es tiempo ya de finales en Granada. Nadie escapa a la presión que atormenta a los profesionales, ni los grandes ni este equipo que prepara Anquela que no acaba de carburar. Los andaluces, sin conocer todavía el triunfo, recibieron al equipo gallego en un duelo directo con la ansiedad flotando en el ambiente, con un panorama algo más aplacado en el grupo conducido por el sancionado Paco Herrera. El técnico del Celta le dio la titularidad al coreano Park, clave en el triunfo de la pasada jornada ante el Getafe, mientras que Bellvis se alineaba en el lateral izquierdo. El fútbol, que tiene mucho de estado de ánimo, deparó en Los Cármenes un partido alocado, con dos equipos que intentan cuidar el balón y no tanto sus defensas. Quizás la comentada ansiedad del Granada deparó una inesperada salida en tromba de los andaluces, a los que Anquela no puso freno. Con una zaga muy adelantada y dos cuchillos por banda, el rumano Torje y el lateral Siqueira, el Granada fue un torrente que sobrepasó al Celta, demasiado contemplativo. Hilaron los andaluces contras muy rápidas y en una de ellas Bellvis llegó tarde ante Torje. Penalti claro y gol de Siqueira, que dio comienzo a una media hora de escándalo. El lateral brasileño es mucho más que un defensa. Se trata de un extremo con capacidad para desbordar, centrar y golear, que necesita estar en un punto físico brillante para mostrar todas sus cualidades. Su combinación con El Arabi, la aceleración y el centro a Torje en el segundo gol del Granada son de mucho valor, acciones de una gran brillantez que también alimentan la épica de los equipos más pequeños de la Liga.

En 17 minutos, el Celta había sido golpeado de forma contundente, aunque con demasiado tiempo por delante para que lo ocurrido sentenciase el partido, sobre todo porque el Granada no es un equipo redondo. En plena construcción, desprende imperfecciones. Un error en defensa habilitó el jugadón de Aspas. El Celta se recompuso con mucha hombría, empujado por Oubiña, con el preciso pase de Krohn-Dehli. Aspas, un tormento, probó a Toño, mientras que Augusto falló un gol increíble en el área pequeña. El viraje del choque fue absoluto, con un Celta que se merendó a un Granada nervioso y atenazado. Si Anquela dispone de Siqueira, Herrera tiene en Aspas a un jugador superlativo. Solo la catarata de ocasiones perdidas por el Celta dio vida a su rival, metido en su área, resistiendo de forma numantina un asedio constante gracias a la gran actuación del meta Toño. Soberbio, fue un muro ante el que se estrellaron una y otra vez Aspas y Park.

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