“Ya se dudaba de mí en ‘dos y medio”

Dani Pedrosa (Sabadell, Barcelona; 1985) se quedó ayer dormido. Algo extraño, pues cumplía 27 años y esos días, dice, suele levantarse temprano, casi sin necesidad de que suene el despertador. Para celebrarlo esperará a que pase el Gran Premio de Aragón, hoy (11.00, Telecinco) en el circuito turolense de Alcañiz. Entretanto, aunque tiene pocas ganas de cháchara, atiende cientos de preguntas, muchas relacionadas con el desastroso domingo de Misano, en el que se alejó de Jorge Lorenzo, que hoy saldrá desde la pole mientras que él lo hará en la segunda posición.

Pregunta. En un vídeo de promoción de MotoGP se presentó como Dani Pedrosa, de Graná.

Respuesta. Eso era, en teoría, una prueba de cámaras. Pero nunca te puedes fiar de la gente... (bromea). Resulta que sí que estaban grabando.

P. ¿Ha cambiado su carácter?

R. Yo soy igual que antes, solo que antes elegía no bromear de cara al público. Diríamos que el de Graná es el Dani que no se ve.

P. Siempre ha sido El Niño Bonito de las motos en España. ¿Siente que el incidente con el título de patrón de yate dañó su imagen?

Como antes, pienso que no hay tantos que sepan de motos por aquí”

R. No lo sé. No me paré a pensar en ello después de lo que ocurrió.

P. ¿Cómo fue la primera vez que se subió a la Honda de MotoGP?

R. Impresionante. La primera vez que la probé pensé: “¿Cómo hay gente capaz de crear algo tan potente?”. Porque precisamente esa gente que diseña las motos no suele llevarlas.

P. Quizá es precisamente por eso.

R. Supongo.

P. Cuentan que volvió algo airado al taller tras probarla por primera vez.

R. Aquello fue en 2004. Cuando gané el Mundial de 250cc, me dejaron probar la moto durante una hora y media.

P. ¿Y qué pasó?

R. Nada, que no fue tan mal. Casi todos dudaban. Ya se dudaba de mí en dos y medio.

P. ¿Qué piensa ahora?

R. Lo mismo que pensaba entonces: que no hay tantos que sepan de motos por aquí.

P. ¿Cuándo supo de lo que sería capaz?

R. Yo me planteo metas a corto plazo. Cuando empecé a correr, no pensaba “voy a correr en MotoGP”. Solo pensaba “a ver si puedo entrar en los puntos”. Cuando empecé a puntuar, subí la meta: “A ver si puedo quedar entre los diez primeros”. Y así ha sido siempre. Nunca fue llegar y querer besar el santo. Además, uno cree en sí mismo, pero en función del momento en el que vive se cree capaz de hacer una cosa u otra.

P. ¿Como se siente ahora?

R. Contento. Estoy haciendo buenas carreras, me divierto con la moto, me gusta pilotarla, estoy siendo competitivo... Eso me hace disfrutar.

P. Hace un año se exigía a sí mismo mejorar en las frenadas y calentar más rápido los neumáticos. ¿Ha hecho los deberes?

R. Sí, he mejorado eso y otras cosas. El talento es importante, pero tiene un tope y decae si no lo trabajas. Además, todo cambia: las motos, los circuitos, los rivales... Tienes que mantener vivo ese talento e intentar moldearte, adaptarte a lo que viene.

P. ¿Qué otras cosas ha mejorado?

R. He mejorado bajo la lluvia, he aprendido a derrapar mejor y a ser más competitivo cuando los neumáticos se degradan.

P. Tras el choque con Héctor Barberá en Misano, mantuvo un discurso optimista, pues no se hizo ni un rasguño. ¿Cómo de fuerte mentalmente le han hecho las lesiones?

R. El escenario no era muy bueno, pero es mucho peor estar en el hospital. Supongo que he contestado.

P. Dijo que le parecía un poco triste que Barberá solo le mandara un mensaje de texto.

R. Sí. ¿A usted no?

P. Cree que la Dirección de Carrera fue muy estricta con su sanción, pero usted dejó la parrilla. Cuando volvió y vio su moto en el carril de los talleres, ¿qué pensó?

R. No quiero hablar del tema.

P. ¿Fue consciente del desastre que se le venía encima?

En Misano, el 12º cala la moto y al que se juega el título le ponen el último”

R. No. Intenté adaptarme a la situación. Pero hay cosas que no entiendo: buscan un campeonato interesante, quieren espectáculo y tienen a dos tíos luchando por él, pero el individuo que está colocado el 12º cala la moto, se retrasa la salida por su culpa y él vuelve a salir desde su posición mientras que al que se está jugando el título lo mandan a la última y, como resultado, le tiran en la primera vuelta. Ya me dirá qué entretenimiento es ese para los que estaban viendo la carrera.

P. ¿Se pueden enjugar 38 puntos de diferencia en cinco citas?

R. Ya se verá. Tengo que seguir concentrado, correr con sangre fría y mantener los pies en el suelo. Lo único que puedo hacer es pilotar como hasta ahora porque Lorenzo es un rival muy fuerte.

P. ¿Veremos en las últimas carreras al Pedrosa al ataque que encandiló en Brno o al cauto de la primera mitad del curso?

R. No lo sé. Soy una persona que no piensa tanto. Vivo el momento y hago lo que siento.