Bautista y el inconveniente de tener pasaporte español

Álvaro Bautista se subió al podio en Misano por vez primera desde que corre en MotoGP. Estaba exultante. Pero sabía que había muchos ojos mirándole, precisamente allí, en el circuito de su equipo, el Honda Gresini. Así que decidió reivindicar su valía: “Antes parecía que no estaba y ahora parece que ya he firmado. Una carrera no puede cambiar el futuro de nadie. Hay que mirar el trabajo que hay detrás”. Es, todavía hoy, el único piloto de peso que no sabe dónde correrá en 2013. Su equipo está contento con él. Su año, el tercero en la categoría, el primero con una Honda, no ha sido brillante, pero sí correcto.

Han sido cuestiones de estrategia comercial y de la política de expansión del Campeonato del Mundo las que han demorado la solución. “El pasaporte español es una desventaja, a diferencia de lo que ocurría hace unos años. Hoy los dos pilotos top son españoles, Lorenzo y Pedrosa, y la estrella que viene, Márquez, también”, advierte su jefe de mecánicos, Antonio Jiménez.

Un año nada fácil

El pasaporte español es una desventaja. Hoy los dos pilotos top son españoles" Antonio Jiménez, jefe de mecánicos

Fausto Gresini, propietario del equipo, está contento con el trabajo del toledano, de 27 años, pero ni siquiera los resultados son suficientes para ganarse una montura. Por eso intentó fichar a Ben Spies, que, finalmente, correrá en el equipo satélite de Ducati, y a Andrea Iannone, que subirá desde Moto2 para ser compañero del estadounidense.

Al final, la renovación parece ser el camino más factible para Bautista a pesar de que sería el tercer español montado en una Honda y sin que la pole de Silverstone o el tercer puesto de Misano hayan sido suficientes.

No lo ha tenido fácil este año, en el que cambió Suzuki por Honda, una moto mucho más compleja, en la que la electrónica tiene más peso, y siendo el único piloto de la fábrica que calza suspensiones Showa en vez de Ohlins. “Álvaro se adapta fácilmente a lo que le den, pero, cuando pasas a una moto más complicada, hay muchas cosas por descubrir”, explica Jiménez, que destaca de él su capacidad de trabajo.

Además, Bautista ha tenido que adaptar su estilo de pilotaje tras dos años poco fructíferos. “Había mantenido el estilo de 250cc”, dice el técnico, “y en MotoGP las curvas tienen que ser más estrechas y uno debe levantar más rápido la moto”. “He mejorado. Ahora levanto la moto antes. Sacrifico el paso por curva para aprovechar la potencia”, concede Álvaro.