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La cara B del Atlético tiene alma

El campeón, con diez jugadores no habituales, golea con comodidad a un débil Hapoel

LADISLAO J. MOÑINO
Diego Costa marca el segundo gol del Atlético de Madrid
Diego Costa marca el segundo gol del Atlético de MadridAriel Schalit (AP)

Diego Pablo Simeone, como todos los entrenadores, maneja tópicos, frases hechas, que se sueltan con la rutina del día a día. Entre esos latiguillos que van cosidos al cargo reina uno a principio de cada temporada: “Todos mis futbolistas son importantes. cuento con todos”.

Esa sentencia tan típica que alcanza la categoría de tópico-utópico va camino de convertirla en realidad en este Atlético. Tiene Simeone sometido a un casting permanente al plantel, que se ve reflejados en respuestas como las de ayer. No es fácil juntar a diez suplentes en un once y que apenas se vean fisuras, más allá de alguna que otra descoordinación en los desmarques o en la formación de líneas, que son normales. Tuvo mérito esa cara B del Atlético, que dio sensación siempre de saber a qué jugaba.

HAPOEL, 0 - ATLÉTICO, 3

Hapoel Tel Aviv: Edel; Pantsil, Badier, Shushan, Antebi; Vermouth, B. Coutinho, Djemba-Djemba, Ben Haim; Toama (Bruno, m. 57); y Tamuz, Elroey (m. 68). No utilizados: Kleiman, Damari, Merey, Haimovic y Danin.

Atlético: Asenjo; Silvio, Miranda, Cata Díaz, Cisma; Mario Suárez, Emre; Raúl García, Adrián (Koke, m. 68), Cebolla Rodríguez (Juanfran, m. 73); y Diego Costa (Saúl, m. 77). No utilizados: Courtois; Pulido, Manquillo y Pedro.

Goles: 0-1. M. 36. Cebolla Rodriguéz. 0-2. M. 42. Diego Costa. 0-3. M. 62. Raúl García.

Árbitro: Van Boekel (Holanda). Amonestó a Shushan, Pantsil, Djemba-Djemba, Diego Costa y Silvio. Unos 13.000 espectadores en el estadio Bloomfield

La de esta tarde es la clase de compromisos en los que el futbolista no habitual tiene más que perder que ganar. Todos respondieron. Resolvió el campeón la cita a nada que ajustó la precisión en el pase y apretó al Hapoel en la salida del balón.

Tuvo enfrente el Atlético a un rival de ritmito pachanguero, de algunas posturitas y poco más. No dio para medir con precisión el fondo de armario del Atlético, pero sí se puede decir que, por los menos, hay alma en cada miembro de la plantilla rojiblanca. No estaba preparado el Hapoel para defender los desmarques al espacio de Diego Costa, por poner un ejemplo. Cada carrera que este emprendía al espacio pareció ser un acertijo imposible para la débil defensa israelí. Tampoco estaba preparado el Hapoel para ser sometido a una presión medianamente alta. Su ritmo de balón parecía metido en el túnel del tiempo, 20 o 30 años atrás. Le desnudó al Hapoel su impericia con el balón en las inmediaciones de su propia área. Quería salir andando con futbolistas que daban dos o tres toques antes de dar un pase o que tardaban una eternidad en darse la vuelta. Los dos primeros goles del Atlético vinieron de sendos robos de balón, a los que habían precedido otro par que no acabaron en gol porque Edel le sacó la mano a Raúl García en uno y en el otro Adrián, con todo a favor, lanzó fuera la pelota tras el hurto y un gran pase de Emre.

Fue el Cebolla Rodríguez el que abrió el marcador con un potente zurdazo. La maniobra completa habló de esa fragilidad latente del Hapoel. Controló Diego Costa de espaldas un pase de Raúl García, cedió atrás y al zurdo uruguayo le dio tiempo a parar la pelota, preparársela con otro toque, levantar la cabeza y avisar al operario del videomarcador de que fuera dándole al botón. El segundo tanto nació de otro robo y uno de esos desmarque de Diego Costa, que debió ser una especie de hombre invisible para los centrales del Hapoel. Resolvió a la carrera tras un gran pase de Adrián. Raúl García, activo, más preciso y templado a medida que fue pasando el tiempo cerró el marcador llegando desde atrás en un córner.

“Diego Costa es importante”

Empeñado como está Diego Pablo Simeone en alcanzar ese estado ideal del entrenador al que le sirve cada uno de los componentes del plantel, su discurso en la sala de prensa del estadio Bloomfield apuntó con satisfacción en esa dirección: “Nunca me gustó utilizar lo de titulares y suplentes. Todos son jugadores de fútbol. Representan a un club. Queremos ser competitivos y tener un equipo preparado que sepa siempre lo que quiere en el terreno de juego”.

Se le apreció en el tono al técnico argentino la felicidad del que acaba de comprobar que tiene a toda la plantilla enchufada. “Estoy muy contento, pero sobre todo porque había chicos que jugaban por primera vez los 90 minutos y se están entrenando para jugar. Tenemos compromiso, humildad. Queremos trabajar como un equipo. Esto nos dio la opción de hacer un trabajo importante. Hicimos un primer tiempo muy fuerte y muy concreto”, aseguró.

La respuesta de sus jugadores obliga a Simeone a hablar de equidad en el reparto de los minutos: “Tenemos a Adrián, a Raúl García, a Diego, a Falcao, que no estuvo... Son futbolistas destacados y necesitamos entender esto como un equipo, por lo que le tocará jugar un rato a cada uno de ellos”. También reconoció la importancia del impacto que ha tenido Diego Costa en los dos partidos en los que ha sido titular: “Es un jugador muy importante para todo el curso”.

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Sobre la firma

LADISLAO J. MOÑINO
Cubre la información del Atlético de Madrid y de la selección española. En EL PAÍS desde 2012, antes trabajó en Dinamic Multimedia (PcFútbol), As y Público y para Canal+ como comentarista de fútbol internacional. Colaborador de RAC1 y diversas revistas internacionales. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Europea.

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