Márquez no para

Marc Márquez es un prodigio. Un talento con pocos reparos en la pista. Por eso no para. Por eso es capaz de firmar la vuelta rápida segundos después de haber salvado una caída a la salida de una curva. Poco le importa a él el susto si es capaz de mantenerse sobre su moto. Y así sumó su séptima pole este año, un 2012 en el que todo funciona mejor incluso de lo que las previsiones mandaban cuando arrancó la temporada y él apenas se había entrenado durante el invierno: seis victorias y 48 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, Pol Espargaró. No duda, y tampoco hierra. Además, la suerte le acompaña este año tanto como se le negó en el 2011.

En un fin de semana en el que no hubo tiempo para nada dadas las condiciones de la pista, el piloto del equipo de Alzamora no tuvo problemas en seguir la estela de sus rivales mientras se esforzaba por poner la moto a su gusto y en el momento justo, cuando se acerca el final de la sesión, colocarse a la cabeza de la clasificación. No tuvo demasiada oposición, además, porque Espargaró cometió un error en un cambio de dirección y cuando se preparaba para entrar en una curva a la izquierda: se precipitó y terminó por los suelos.

Quedaban unos cinco minutos para el final de la sesión, de modo que fue entonces cuando se terminó para él, de forma precipitada, la clasificación en Misano. Se lamentó por el fallo, pues permitía fácilmente a Márquez romper una racha de tres poles consecutivas del de Granollers; pero no tuvo que lamentarse tanto por el resultado final, ya que, pese a todo, conservó la segunda posición y seguirá saliendo desde la primera fila de la parrilla.

A su lado, el inglés Scott Redding. Mientras que los otros rivales por el título de Moto2, Andrea Iannone, con un quinto puesto, y Thomas Luthi con el sexto, saldrán desde la segunda línea y no parecen haberse quedado demasiado lejos del rendimiento logrado por sus colegas. Menos de cuatro décimas de segundo separaban esas seis posiciones iniciales.