“Brasil es un gran aliciente”

Superados los problemas técnicos iniciales que trastabillaron su comparecencia, Vicente del Bosque arrancó su discurso previo al envite frente a Georgia con una muestra de respeto hacia el que será el primer rival de España en la fase clasificatoria para acceder al Mundial de Brasil 2014. “Desde que llegamos aquí hace cuatro años hemos ganado los 18 partidos clasificatorios que hemos disputado, tanto para el Mundial como para la Eurocopa. Ahora tampoco vamos a hacer distinciones. Los cuatro rivales son iguales, no diferenciamos entre equipos de primera y segunda categoría”, alertó el preparador.

En el duelo de mañana (19.30, Telecinco), Del Bosque se convertirá en el segundo seleccionador con más partidos al frente de La Roja (64), dejando atrás a Miguel Muñoz (63) y solo superado por Ladislao Kubala (68). Su registro en fases clasificatorias es impecable: 18 victorias, ningún empate y cero derrotas, 53 goles a favor y cuatro tantos en contra. “El fútbol español está en un momento óptimo. Se han hecho las cosas bien desde los clubes y la Federación. También ha habido un poquito de suerte, pero el trabajo ha sido bueno”, explicó el salmantino, con una Eurocopa y un Mundial ya en el bolsillo.

Ahora, su gran desafío apunta a 2014, al campeonato que tendrá lugar en un territorio de máxima alcurnia futbolística como Brasil. “Es un gran aliciente estar allí. Confío plenamente en todos los jugadores, en los nuevos y en los veteranos que están en esa frontera de los 30 años. Seguro que les motiva jugar en esa cita”, precisó, antes de certificar que frente a Georgia planea jugar de nuevo, como ya lo hiciese en los dos últimos amistosos contra Venezuela y Arabia Saudí, con la figura de un nueve nato, prescindiendo así de la fórmula que empleó con Cesc en la última Eurocopa: “Fue una solución que aprovechamos en su momento. Ahora seguramente utilizaremos un ariete al uso, pero podemos emplear esta solución en cualquier momento”.

Defendió una vez más el estilo de toque y asociación de La Roja, pero reivindicó su universalidad. “Debemos defender y tocar en el centro del campo, pero también hay que llegar arriba como el resto de equipos. No es un estilo exclusivo de España”, quiso matizar. También lo hizo poco antes Xavi, que atendió a los medios junto a Iker Casillas, con el que ganó la pasada semana el Premio Príncipe de Asturias. “Variamos muy poco la filosofía. Queremos dominar el balón, atacar, jugar con alegría y no perder la humildad que nos ha hecho conseguir tantos éxitos”, señaló el catalán, para quien el Mundial de Brasil es otro sueño. “Me motiva seguir en la selección. El ambiente es genial y tengo la ilusión de seguir compitiendo. El Mundial es un gran evento y, encima, el próximo es en un país de una gran tradición futbolística. Esta generación todavía no ha podido jugar contra esa selección y supone un aliciente”.

Pero antes, España debe afrontar el primer escollo ante Georgia. Xavi advirtió del peligro que pueden contraer el desplazamiento a Tblisi y a Bielorrusia después. “Son salidas complicadas. Les hemos visto y es un rival difícil, que se cierra bien”. No obstante, quiso hacer hincapié en el buen estado del césped del estadio Boris Paichadze, que albergará la Supercopa de Europa en 2015. También sobre aviso, Casillas afirmó: “El partido más importante es el de mañana. Son dos salidas difíciles y después toca un partido contra Francia. No pienso ahora en Bielorrusia. Debemos ganar mañana y comenzar con buen pie”. Metódico, el capitán acudió a la sala de prensa con la lección aprendida: “Hemos visto el vídeo esta mañana. Conocemos a su portero, Loria, genial contra Bielorrusia, y también a Ananidze. Sabía que me ibais a preguntar por esto y he venido con la lección aprendida. Puedo asegurar que son muy buenos”, zanjó.