El Athletic, contra el Lyon

Capitalizó el Atlético el sorteo de la Liga Europa, lejos del alboroto y fanfarria que arrastró, por ejemplo, Cristiano Ronaldo a su llegada de ayer para el premio al mejor jugador de la UEFA –ganado por Iniesta-, rodeado por un séquito de 12 personas y tropecientos gritos de los aficionados. Al presidente del Atlético, Enrique Cerezo, apenas lo pararon cuatro personas para hacer una foto en la alfombra azul del majestuoso Foro Grimaldi de Montecarlo, repletas, eso sí, las calles de aficionados rojiblancos desde primera hora de la mañana. Pero el Atlético, campeón el curso anterior, fue protagonista absoluto del evento. Empezó con Tiago entregando la copa y luego apareció en escena Radamel Falcao, pichichi y héroe en la final al desmontar al Athletic con dos goles para la videoteca. “Era un desafío personal. Dije que quería ganarlo y está hecho”, resolvió con su sonrisa infantil. Luego, junto al ex jugador holandés Patrick Kluivert, removió las bolas de los bombos para repartir suerte, decidir el camino hasta Ámsterdam, sede de la final de la Liga Europa, el próximo 15 de mayo. Y la fortuna sonrió a los equipos españoles, toda vez que los grupos eléctricos y desgastadores fueron otros.

Defiende el Atlético el cetro, le ilusiona el torneo al Levante, que nunca participó en torneo europeo alguno, y queda por ver cómo le sienta al Athletic, que ha empezado el curso de la peor de las maneras con la marejada pasada de Javi Martínez y la marea alta de Llorente, aún por resolver. Pero todos tienen una autopista hacia la siguiente fase, con grupos asequibles, guiño de la fortuna porque la competición, por más que sea secundaria en cuanto a relevancia y dinero si se compara con la Champions, tiene un gran nivel deportivo, con ocho campeones de Europa.

Se presuponía que el Levante, encuadrado en el bombo tres, se retaría con equipos de primer nivel. Pero le tocó el Twente holandés como hueso; hueso de goma porque sus figuras ya no son lo que eran, como los medios Landzaat y Janssen, aunque cuenten con un punta bien pícaro y habilidoso como Castaignos, con poco carrete en el Inter pero mucho fútbol. También se verá las caras el Levante con el Hannover, alemán, conjunto que se remite al contragolpe por definición, que rehúye de la pelota a no ser que se encuentre en las áreas y que tiene a Zieler como un portero de fiar, además de Ya Konan como un ariete decisivo. El otro convidado es el Helsingborg, sueco, más físico que otra cosa, con pocos nombres y menos tirón. Algo parecido le ocurrió, en cualquier caso, al Atlético; si bien pueden ser complicados los desplazamientos a Israel por el ambiente y a la República Checa por el frío, los rivales son secundarios. El Hapoel Tel-Aviv, con la velocidad y regate de Djemba-Djemba y el remate de Bruno Coutinho, es quizá el conjunto más completo. También está el Académica de Coimbra, repleto de brasileños que dan toque y alegría al juego, pero ninguno internacional. Y el Viktoria Plzen, viejo conocido del Barcelona en el curso pasado, con vocación ofensiva en su competición pero extremadamente agarrado en Europa, quizá porque no tiene pie para repartirse la pelota.

Un pelín más difícil lo tendrá el Athletic, encuadrado con el Lyon, en épocas de debilidad porque no hace tanto siempre estaba en los cuartos de final de la Champions.Pero en nómina tiene a futbolistas tan espléndidos como el portero Lloris, el reactivo Bastos, el elegante Gourcuff, el explosivo Lisandro Lópes y el rematador Gomis. Aunque como pasan dos por grupo –además de los ocho terceros que se repescan de la Champions- todo indica que no tendrá apuros el Athletic, que también se mide con el Sparta de Praga de Jarosik y Jirasek, además del canterano del Madrid Pablo Gil, y con el Hapoel Kiryat, conjunto de israelíes, más allá de alguna pincelada como el hermano pequeño de Santiago Solari, David.

Fortuna para los equipos españoles, que ya miran al frente y al futuro, confiados en que las batallas feroces de otros grupos -el Liverpool, por ejemplo, se batirá con el multimillonario Anzhi ruso y el siempre correoso Udinese; el Marsella, que aguarda vérselas con el Fenerbahçe y el Moenchengladbach; y el Tottenham se retará con el Lazio y Panathinaios- les den aire en la competición.

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