Un grande de remontada en remontada

El estadounidense Mardy Fish grita abriendo sus fauces al cielo. Es jueves y acaba de completar una hombrada: ha superado un déficit de dos sets a cero ante el ruso Davydenko para plantarse en tercera ronda (4-6, 6-7, 6-2, 6-1 y 6-2). 10 tenistas en total han celebrado ese éxito en los cuatro días que van de Abierto de Estados Unidos. No había habido tantos marcadores recuperados en un grande desde 2007. Jamás se vieron más en el total del torneo (la anterior plusmarca, de 1989, era de nueve). Con la segunda ronda aún sin completar, el récord absoluto (14, Abierto de Australia 2002), está en peligro. ¿Por qué ocurre esto ahora y no antes? ¿Cómo explicarlo en un curso especialmente agotador, en el que los Juegos Olímpicos de Londres 2012 apretaron un calendario de por sí asfixiante? ¿De dónde nacen esas ansias de victoria, esos espíritus inconformistas donde antes solo había tenistas cabizbajos y entregados a su contrario?

“Las remontadas”, resumió el alemán Haas, que dejó escapar una ventaja de dos mangas frente al letón Gulbis; “son parte de este deporte, aunque me sienta frustrado ahora mismo y vaya estar de un humor de perros durante un par de días. La competición es una montaña rusa: eso es lo que amamos, aunque pueda ser brutal, como ahora”, cerró.

Los tenistas, en sus explicaciones, se apresuraron a subrayar su espíritu competitivo, el amor por la victoria y el duro trabajo físico que les permite aguantar tantas horas sobre el cemento. Alguna voz conocedora de los entresijos de los vestuarios, sin olvidar todos esos argumentos, señaló un elemento complementario: ante las amenazas de huelga por parte de los tenistas, que han lanzado el globo sonda de un posible boicot al Abierto de Australia 2013 si no ganan más dinero, el Abierto de Estados Unidos anunció a principios del verano que en el último grande del año se cobraría más dinero que nunca. La organización puso el énfasis en las primeras rondas: aumentó el dinero un 21% en la primera (23.000 dólares, casi 18.500 de euros) y un 19% en la segunda (37.000, casi 30.000 euros). No fue un gesto inocente. Lógicamente, el grueso de los tenistas pierden al principio. Lógicamente, el grueso de los que protestan pidiendo más dinero se benefician del cambio.

El Abierto de Estados Unidos anunció a principios del verano que en el último grande del año se cobraría más que nunca

“Reconocemos el aumento de las presiones financieras asociadas a competir en el tenis profesional, especialmente para aquellos que no llegan a la segunda semana del Abierto de Estados Unidos”, razonó Jon Vegosen, presidente de la Federación estadounidense. “Creemos que el aumento de los premios, así como su distribución estratégica [poniendo énfasis en las primeras rondas], aliviará algo de esa presión”.

Algo parecido a la presión sentirá Feliciano López, vencedor por 6-4, 6-1, 6-7, 3-6 y 7-5 de Pablo Andújar (quien tuvo break de ventaja en el quinto set para convertirse en el undécimo protagonista de una remontada) cuando se enfrente al británico Andy Murray en tercera ronda: ha perdido contra él en las seis ocasiones en las que se han enfrentado. Algo más que presión sintió Nicolás Almagro mientras se enfrentaba al alemán Petzschner, un rival indescifrable porque no pega un revés y aun así se las arregla para enredar a todos sus contrarios con golpes cortados: ganó el buen murciano (6-3, 5-7, 5-7, 6-4 y 6-4) y se clasificó para la tercera ronda, donde no estará Lara Arruabarrena (4-6, y 2-6 ante la serbia Jankovic). Presión, simple presión, siente cualquier tenista en Nueva York por mucha ventaja que lleve consigo: todo el mundo sabe que el último grande se está calentando de remontada en remontada.

Por otra parte, Roger Federer se deshizo del alemán Bjorn Phau en su duelo de segunda ronda por 6-2, 6-3 y 6-2. A sus 31 años, el tenista suizo busca su sexto título en el Abierto de Estados Unidos y su decimoctavo Grand Slam. La sorpresa de la jornada la protagonizó Jo-Wilfried Tsonga, quinto cabeza de serie. El francés perdió ante el eslovaco Martin Klizan por 6-4, 1-6, 6-1 y 6-3 y dijo adiós al torneo.