“Bajo presión piloto mejor”

A Dani Pedrosa le pidieron que rebuscara en su memoria y no encontró energía suficiente, todavía exultante de felicidad y agotado por el esfuerzo. ¿Recuerda cuándo fue la última vez que ganó una carrera en la última vuelta? Se rio y confesó: “No, ahora no lo recuerdo”. Un periodista le apuntó: “Sachsenring”. Y él calló. Sí, ganó en Alemania. Pero no tuvo que levantar su moto ante el envite de nadie en la última vuelta (Casey Stoner se cayó a falta de pocas curvas) ni intentar ningún adelantamiento al límite para llevarse la victoria como hizo ayer, como pocas veces antes había osado hacer en MotoGP.

Los protagonistas, tanto Jorge Lorenzo como Pedrosa, recuerdan la maravillosa carrera de Jerez en 2010, por ejemplo, pero aquella vez ganó el mallorquín. Pedrosa se ha apuntado pocos triunfos como el de Brno. “Al cruzar la meta, he visto a mis mecánicos enloquecidos en el muro. Ha sido muy bonito”, dijo.

No solo se echaban de menos batallas cuerpo a cuerpo de este tipo, sino que en escenarios similares siempre había salido vencedor Lorenzo. “Sé que tengo que mejorar muchos puntos que en el pasado no llevaba tan bien”, reconoció Pedrosa, que ayer dio un paso al frente. No solo fue quien a mitad de carrera bordó un interior genial para situarse en cabeza, sino que en cuanto su rival le buscó las cosquillas en plena chicane se defendió con uñas y dientes hasta recuperar el primer puesto.

“En estos casos no planeas nada. Solo vas a por ello. Estoy contento también porque fue una pelea limpia, cada uno con su estilo. Quizás antes nuestras batallas no eran así. Eran más duras, más agresivas”, añadió Pedrosa. “Solo le puse un par y lo intenté. La única manera de adelantarle era hacerlo en la chicane, pero no fue suficiente para ganar. Entré muy abierto, en mala posición, y no tapé bien el hueco. Supe en ese momento que sería muy difícil ganar. Hacía tiempo que no tenía un cuerpo a cuerpo. Quizás haya perdido algo de habilidad”, concedió Lorenzo, bromista.

“Dani frenaba más tarde que de costumbre”, explica el mallorquín

Lo maravilloso, lejos de que se tratase de un duelo entre dos españoles por el título mundial (“los afortunados son los aficionados españoles; a nosotros poco nos importa que nuestro rival sea del mismo país”, coincidieron ambos), fue observar a dos pilotos tan diferentes, y con conceptos de motos también distintos, capaces de rodar emparejados de principio a fin. “Es emocionante ver cómo nuestros estilos pueden ser tan dispares e igual de rápidos a la vez”, analizó Pedrosa. Y siguió: “Para mí, era difícil en las curvas. Mi moto no giraba bien y notaba a Jorge muy cerca. Sabía que, si abría la puerta, aunque solo fuera un poco, me pasaría. No podía cometer errores porque su paso por la curva es más rápido”.

“Además, se escapaba al acelerar. No debe de ser fácil para él manejar una moto tan potente”, añade

“Cuando dos pilotos son tan parecidos en los tiempos, sabes que te jugarás la victoria en la última vuelta. Fue muy difícil pillar a Dani porque frenaba más tarde que de costumbre. No sé si por la moto o porque ha mejorado la frenada. Está muy fuerte este año y la Honda ha mejorado mucho. Se me escapaba en las aceleraciones, aunque no le quito mérito. No debe de ser fácil para él manejar una moto tan potente”, resumió Lorenzo.

El Mundial está al rojo vivo. Pero ambos parecen encantados. Uno, porque ya no recordaba lo que era estar en condiciones de pelear por un título. Otro, porque se sabe más constante que nunca. “Si continuamos así, esto se decidirá en la última carrera, pero espero que ocurra antes. La fortuna será importante a partir de ahora. En cualquier momento podemos romper un motor, tener alguna caída estúpida o que cualquiera nos tire”, advirtió Lorenzo, el líder y campeón en 2010. “He vivido el final con las pulsaciones muy altas. Hacía tiempo que no me ocurría”, agregó. Y su adversario, Pedrosa, aceptó el envite: “Bajo presión me manejo bien y piloto todavía mejor”.